Capítulo 76

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— ¿A dónde vas? — preguntó sosteniéndolo de la muñeca.

— A... al baño — respondió somnoliento.

El alfa deshizo su agarre y lo soltó. El omega sobó su espalda baja y vientre y se encaminó al baño de su habitación.



— ¿A dónde vas?

— Juno quiere ir a fuera — respondió.

— Si, sí. Claro — respondió el alfa.

Taehyung rascó sus sienes y talló sus parpados con fuerza.

El hecho de que, Jungkook se haya ido un día cualquiera y no lo haya visto o tenido comunicación durante dos meses, le hizo desarrollar una cierta paranoia al ver como él ahora trata de salir por cualquier puerta.

Su mano izquierda tembló y con la otra la tomó para que dejara de hacerlo.

— Papi — le habló Taeyang, sosteniendo sus falanges con su manita — Tranquilo.

Taehyung lo miró y trató de tranquilizarse.

— ¿Qué pasa, cachorrito?

— Tu lobo está muy despierto, ¿No? — el cachorro sonrió — ¿Es por qué está feliz de ver a papi Jungkook?

El alfa lo miró y luego miró el enorme ventanal con puerta de cristal que daban a su gran enorme jardín trasero. Jungkook señalaba los frutos de las plantas en el huerto y Juno seguía su dedo.

La pequeña en su pequeño conjunto azul marino y gorro gris por encima de su cabello que empezaba poco a poco a rizarse como el de Taeyang a causa de los genes de Taehyung. Y Jungkook, con esa ropa holgada, dejando ver el pequeño vientre marcado cuando lo acariciaba.

El alfa se sentía tranquilo de tenerlo aquí, pero, se sentiría intranquilo cuando tuviera que ir a trabajar y dejar a su familia a solas.
Sus pensamientos se vieron opacados, por como el omega entraba corriendo al interior de la casa para poder vomitar en el fregadero de la cocina.

Taehyung caminó hacia él y empezó a acariciar su espalda con cuidado. Empezó a llevar el cabello ahora con raíces oscuras creciendo y las puntas en un rubio deslavado. Jungkook no puede retocarse el tinte en su estado.

El agua cayó del grifo y el omega tragó un poco y se enjuagó la boca, tomó una toalla de papel y secó su cara.

— ¿Todo bien? — preguntó el alfa inclinando su rostro un poco hacia delante para poder mirarlo directamente.

— Si — dijo soltando un suspiro — Los mareos matutinos se hacen más fuertes cada vez — se quejó — ¿No habrá una manera de que yo no lo sienta? ¿Qué lo sienta el papá?

Taehyung alzó las cejas.

— ¿Quieres verme tumbado quejándome porque no podría ni aguantas el dolor mínimo de lo que una madre lo hace?

Papá necesita un omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora