Capítulo 17

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La luz del sol comenzaba a caer en la habitación a través de las cortinas, empezándose a colar entre sus espesas pestañas negras.

Jungkook empezó a parpadear con cuidado, estiró su brazo buscando la calidez con la que durmió anoche, pero ésta ya no estaba.

Se levantó de golpe. Su cabello estaba tan alborotado, luego todo el dolor en su cuerpo empezó a punzar.

Alzó la sabana y miró sus piernas, tan blancas y marcas rojas y moradas en unas partes, se encontraba limpio y con un bóxer como la única prenda puesta.

Jungkook se sonrojó.

Volteó hacia el lado derecho de su cama y el alfa ya no se encontraba ahí. La habitación aun olía demasiado a ambos, pero su presencia ya no estaba.

El omega se sintió algo triste porque el alfa no estuvo a su lado cuando despertó, pero tal vez se había ido temprano por los niños.

Trató de no darle tanta importancia.

Se puso de pie y tomó una bata de baño color vino y se la colocó encima de su desnudo cuerpo. Tomaría un desayuno ligero y una ducha y esperaría a que Taehyung le llamara.

Salió de la habitación, soltando un bostezo y tallando su ojito con una mano. Se dirigió hacia la cocina; al estar ahí, se quedó muy quieto.

Dio unos pasos hacia atrás y tragó saliva con dificultad.

En la cocina, frente al fregadero y alacenas, se encontraba el alfa completamente desnudo, dando mordidas a una manzana y bebiendo jugo directo de la botella de vidrio.

Jungkook ni siquiera podía hablar.


Tan, tan hermoso, pensó.


La espalda ancha, cintura un poco más pequeña... sus piernas y glúteos firmes. Seguramente Taehyung hacia ejercicio constantemente.

El omega se limpió la saliva que empezaba a caer de sus labios.


Wow, ¿Todo eso me comí anoche? Pensó, mientras sus mejillas empezaban a tornarse rojas. Oprimió una sonrisa, mordiéndose el labio.


Avergonzado de sí mismo, soltó una risita nerviosa. El ruido hizo que el alfa girara en su eje para mirar al omega.

— Buenos días — dijo Taehyung con comida en la boca.

— ¡Taehyung! — exclamó Jungkook abriendo bien los ojos al verlo ahora de frente.

Si la retaguardia de Taehyung era hermosa, por frente era mil veces mucho mejor. El lobo de Jungkook saltaba de felicidad al verle desnudo.

Jungkook tosió atragantándose con su propia saliva al tener esos pensamientos sucios e indebidos con el alfa. Taehyung sonrió y caminó hasta él.

Papá necesita un omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora