Capítulo 1

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— Taehyung tienes que decirme todo, absolutamente todo; lo bueno y lo malo.

El alfa se removió incomodo en su silla.

— ¿Tiene que ser así?

— Tae — le llamó serio — Como tu abogado, y como tu mejor amigo, sabes que siempre te voy a hablar con la verdad... Esa mujer no parará hasta hundirte y quitarte todo lo que posees. Ya te ha quitado la casa, podría quitarte la casa de que te dejaron tus abuelos, los terrenos...

— Jimin-ssi — Le interrumpió — Puedes vender los terrenos al mejor postor, puedes deshacerte de todo; excepto de la casa de mis abuelos.

— Puedo arreglar eso. Pero lo que si hiciste mal es poner los bienes mancomunados; próximamente ella te podría demandar hasta por una pensión de tu salario.

— ¿Pensión?

— Si — Taehyung lo miró incrédulo.

— Ella debería darme una pensión a mí. No quiere verme ni mucho menos a los niños; mínimo, legalmente debería hacerse responsable de ellos.

— Puedo hacer una contrademanda, pidiendo por los derechos de los niños si es que así lo quieres.

— No — dijo cruzándose de brazo — Ya no quiero tener nada que tenga que ver con ella. Solo quiero que mi patrimonio y lo que les pertenece a mis hijos esté seguro.

— De acuerdo — respondió — ¿Y qué hay con ellos? Seguramente Taeyang ya está pidiendo por su madre, ¿O me equivoco?

— Algunas noches aun la llama antes de irse a dormir — dijo con tristeza — Hace unos días pasó por su primera transmutación; sé que no lo habla, pero Taeyang hubiera querido que su madre lo viera.

Jimin se quedó en silencio.

— Mi relación no fue muy buena con Somin. Creí, creí... que con la llegada de los niños nuestra vida sería mejor, pero creo que solamente yo pensé eso.

— Tae...

Y era cierto. Desde el primer momento en que el alfa sostuvo a su primogénito, no pudo evitar llorar de la alegría; también, con la llegada de la pequeña Juno sentía que podría vivir así de feliz por el resto de su vida.


Egoísta.


— Le fue tan fácil desprenderse de sus hijos, ya que ni siquiera formó su enlazamiento de cachorro


Cuando cumplen la edad requerida y se presentan con su despectivo rango al soltar sus propios olores y feromonas, el lazo padre–hijo habrá terminado y se habrá formado completamente, si es que no hubo alguna alteración o interrupción; en este caso, la omega no estuvo completamente en este proceso, por lo cual no desarrolló ese "amor" o instinto maternal, pero eso no quita que los niños busquen de su afecto. En la mente y corazón de los padres, tendrán grabados sus aromas, el cachorro podrá detectar el aroma de sus padres donde sea que se encuentren, siempre y cuando estén en un radio cercano, el lazo los hará únicos. Asimismo, pasa con los padres, el aroma de sus hijos lo graban dentro de sí mismos, y podrán oler a su hijo si está cerca, aunque esté entre tantas personas, serán distintivos.

Papá necesita un omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora