Capítulo 89

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Había pasado poco más de una semana desde que la pequeña familia había llegado a tierras estadounidenses. Jungkook se acostumbraba poco a poco esto, conviviendo más con los padres de Taehyung y claro, los cachorros eran demasiado curiosos y juguetones respecto a esto.

Habían ido a un restauran pequeño en auto, con algunas personas viéndole, ya que, no llegaban a ver extranjeros muy seguido, solo en época de verano donde la mayor parte de las personas que visitaban Juneau preferían el clima.

Había más cachorros curiosos, intentando formar una platica para conocer y jugar con los cachorros Kim, pero ellos no sabían inglés, así que solo se quedaban viendo con los ojos bien abiertos.

— Ha dicho que si quieres jugar con él, Tae — dijo su padre.

Taeyang sorbió la pajilla de su juguito y negó lentamente con la cabeza, sintiéndose avergonzado porque no sabía como comunicarse con los otros niños. Mientras tanto, Juno decía algunas cosas y otro bebé le respondía, pero ninguno de los dos sabía el idioma del otro.

Luego la bebé rió y regresó caminando a pasitos chiquitos, hasta recargar su cabeza en las piernas del alfa.

— ¿Qué pasa, mi amor? — preguntó Taehyung — ¿Ya no quieres jugar?

— Quiero a baba — dijo soltando un suspiro.

— Wow, tan rápido y se cansó de los hombres — se burló Taehyung — Bueno, así será más fácil para mí, alejar a todo que quiera tocar a mis bebés.

— Taehyung — reprochó el omega, quien cargaba a Jaehyung que estaba despierto y mirando atento el lugar — ¿Cómo dices eso?

— No parejas predestinadas en mi guardia — declaró el alfa.

A lo que rápido Taeyang se puso atento y le miró confundido.

— ¿Cómo que no? — hizo un puchero — Si siempre me dijiste que mi pareja brillaría como la estrellita del cuento.

— Ah, pues si — dijo el alfa encogiéndose de hombros, con una sonrisa inocente — Pero, no ahorita.

— ¿Cuándo? — insistió Taeyang.

— Cuando me muera — dijo él en tono dramático — Más una semana de luto, para estar seguros.

Jungkook rodó los ojos, porque su alfa era un exagerado travieso con sus hijos.

— No te preocupes, Tae-Tae — dijo Jungkook — Tú puedes tener el predestinado que quieras, cuando sea. Que tu papá no te meta ideas a la cabeza.

— Yay — exclamó, comiendo sus esponjosos hot cakes llenos de miel de maple.

— ¿De qué lado estás? — preguntó el alfa frunciendo el cejo.

— Del tuyo, bobito — se rió — Te estoy despejando el área. Te recuerdo que no eres el único alfa en casa que me quiere.

Papá necesita un omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora