Capítulo 46

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Unos fuertes golpes en la puerta hicieron que los mayores se despertaran. Jungkook entreabrió los ojos, pero debajo de su nariz se encontraba una pequeña cabecita pegada a él. Hundió la punta de su nariz en los finos cabellitos e inhaló.

— Yo voy — dijo el alfa sentándose en la cama, tallando sus ojos.

Luego, se inclinó un poco para enterrar un poco su rostro en el pequeño hueco que se formaba entre Jungkook y Juno.
Se puso de pie, y anduvo hasta la sala, llegó a la puerta y abrió.

— Buenos días — dijo haciendo una reverencia, quedándose inclinado un poco más de tiempo — He venido por Felix — dijo el omega.

— Minhyuk-ssi — habló el alfa — Buenos días, pasa por favor.

— No, no quiero interrumpir — se enderezó — Yo solo venía por mi cachorro y agradecerles por haberlo cuidado

— No hay problema — respondió Taehyung — Por favor, pasa.

El alfa iba a rodear al omega por sus hombros y hacerlo pasar, pero su reacción contraria hizo que se detuviera. Taehyung frunció los labios, mirando la actitud cohibida y sumisa del otro. Iba a hablar, pero unas manos rodeando su espalda y pecho lo detuvieron.

— Buenos días — dijo el menor sonriendo — Minhyuk-ssi me alegro de verte.

— Señor Jeon — hizo una reverencia.

— Solo dime Jungkook, por favor — Minhyuk asintió — Pasa.

Ambos se hicieron a un lado y Minhyuk entró al apartamento con pasos pequeños. Jungkook lo dirigió hacia el sofá y Taehyung cerró la puerta.

— Los niños aun duermen — dijo Jungkook — Cuando despierten, deberían quedarse a desayunar.

— No, y-yo... no...

El llanto de Juno los sacó a todos de sí y Taehyung corrió hacia la habitación. Jungkook le miró solo unos segundos y luego volteó a ver a Minhyuk.

— ¿Min...? ¿Está bien que te diga Min?

— S-sí.

— ¿Estás bien?

Los ojitos de una oveja asustada miraron a Jungkook. Minhyuk apretó sus puños en sus pantalones y retuvo el llanto, se sentía demasiado asustado y eso, el otro lo notaba.

— ¡Papá! — exclamó el niño corriendo a sus brazos.

— Mi pequeño — Minhyuk sostuvo a Felix entre sus brazos y le llenó la cara de besos — ¿Te portaste bien? Lamento no haber venido por ti, mi bebé.

— Está bien, papi — escondió su rostro en el cuello del mayor — Te extrañé.

Jungkook se puso de pie, para dejarlos tener su momento padre e hijo. Caminó hacia la habitación y se encontró con el alfa sentado y de pie encima de sus piernas a Juno quien acariciaba la cara de su padre, hasta que sus manos conectaron con los rizos de éste y tiró de ellos.

Papá necesita un omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora