Capítulo 87

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Sé que podría tomar el camino más largo, el que me lleve más tiempo. Pero, voy demasiado lento.


La puerta frente a él parecía demasiado angosta y muy, muy lejos, pero solo era su mente que le estaba jugando una mala ilusión. Se volvió a concentrar cuando el alfa tomó su mano y el menor volteó a verle.

Taehyung tenía sus rizos medianamente peinados, su gabardina negra y unos jeans. Jungkook también usaba jeans y un suéter enorme color rosado para cubrir sus pechos levemente pronunciados a diferencia de antes; se encargó antes de usar el extractor de leche para ponerla en varios biberones y los guardó en la pañalera.

Jaehyung soltó un estornudo y Taehyung lo acurrucó contra su pecho. Jungkook miraba como su alfa se comportaba con su cachorrito y siempre moría de ternura.

— ¿Realmente te dejarás el maquillaje? — preguntó el menor.

— ¿Qué? ¿No te gusta? — preguntó el otro enarcando las cejas.

Jungkook reprimió una risa y negó con la cabeza.

— Me encanta.

— ¿Cómo me lo iba a quitar si nuestra hija lo hizo?

Esa mañana, antes de que los cachorros se fueran con su madre, Jungkook tenía cita con Solar para un chequeo de Jaehyung, pero, ambos padres concordaron que se veían terrible con esas oscuras ojeras por desvelarse en las noches; así que, el omega como vanidoso que es, siempre había visto tutoriales de maquillaje, y ahora, se había maquillado él y al final Taehyung aceptó hacerlo también.

Aunque, a punto de terminar, Juno había agarrado el rubor y una brocha y empezó a ponerle más en sus mejillas y labios; terminando con una considerada cantidad en sus parpados. Ahora, parecía que alguien se lo había besuqueado y sus ojos lucían un bonito color rosa rojizo.

Taehyung decidió no quitarse el de los parpados, y el de la boca, bueno, Jungkook fue el encargado de quitarlo con sus labios.

Ambos salieron de su casa, poniendo seguro y luego caminaron hacia el auto del alfa. Jungkook se sentó en el asiento trasero, con Jaehyung en su asiento de bebé y Taehyung se dedicó a manejar hasta el consultorio de la omega.

Una vez ahí, tuvieron que esperar en la sala de espera ya que, Solar tenía a otros pacientes antes que ellos. El omega miraba su teléfono y de vez en cuando daba vistazos fugaces a la demás personas.

Y, había de todo, literalmente. Alfas y omegas, omegas y omegas, betas y betas, uno, dos padres o madres. Incluso abuelitos acompañando a sus hijos con sus cachorros.

Otros también lo miraban y le sonreían al verlo junto con su omega y su cachorro y Jungkook correspondía condescendientemente.

Ah... boo... Ah... boo... — decía el alfa aspirando el aire para entretener a su cachorro.

Papá necesita un omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora