Capítulo 83

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Parte del proceso de sanación de Jungkook, es lo legal, sesiones, juicios, etc. Y quiero pedir una disculpa de antemano para quien (y no también) sabe del tema; pues, no es mi fuerte, lo he investigado y dando mil vueltas para tener lo meramente indicado.

Quiero aclarar que, es parte basado en lo que yo inventé y en lo que investigué. No es la realidad, leyes, sanciones, etc. son moldeados a mi gusto y beneficio de la trama.

Sin más que decir, espero tengas una buena lectura. Te quiero.


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— Amor, ¿Estás bien? — preguntó mientras sostenía su cabello rubio.

El menor tembló de piernas y brazos, sintiéndose completamente débil. Cuando terminó de vomitar en el váter, bajó la palanca y se enderezó; sus ojos cristalinos y rojos miraron a los del alfa.

Taehyung rápidamente le ayudó a ponerse de pie y caminar hacia los lavabos del edificio de los juzgados. El omega se sostuvo del lavabo de mármol y se aferró a él, agachando la cabeza.

Sus hombros se movieron de arriba abajo, mientras las lágrimas descendían de su rostro. Taehyung sintió el dolor por su marca y en automático empezó a impregnarlo de su aroma.

— Gracias, gracias — susurraba el menor, abriendo el grifo para tomar agua entre sus manos y enjuagar su boca.

Taehyung se alejó un poquito para tomar varias toallas de papel y secar sus manos, sus mejillas, sus labios, las lágrimas cayendo por su rostro.

— Soy un asco — dijo el omega entre llantos.

— No, no lo eres.

— S-si lo soy — berreó — No... no pude ser tan, tan fuerte... como yo... como yo creía.

— Inhala, uno, dos, tres, reten la respiración — empezó a hacer ejercicios de respiración para que Jungkook lo imitara — Cinco, seis, siete, suelta.

El omega moqueaba, pero hacía lo mismo que su alfa para calmarse.

Las negociaciones entre ambas partes no habían ido bien; contando que, escuchar hablar a aquel alfa despreciable, había puesto muy frágil a Jungkook, mucho más en su estado.

No habían llegado a nada, claro está, todo se iría a juicio porque ambas partes estaban en fuertes disputas. Jungkook solamente quería que esto terminara de una buena vez por todas, solo quería paz.

Quería hacer lo más simple como, una mañana tranquila con su alfa entregándole tostadas con mermelada y un té, junto sus hijos. ¿Era eso mucho pedir?

Y por más que trataba de ser fuerte ante la situación, era demasiado, para él lo era...

— Lle...llévame a casa, Tae. Llévame a casa — pidió Jungkook entre llantos.

Papá necesita un omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora