❝No me beses así. Me haces sentir querido.❞
❝Eres un alfa querido, Kim Taehyung.❞
Kim Taehyung es un alfa recién divorciado y con dos hijos. Su ex-esposa se ha llevado todo, hasta la antigua niñera. Ahora se ha mudado, y tiene que empez...
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— ¿Te gusta este color?
— No, es demasiado chillón.
— ¿Qué tal este?
— Minnie — se quejó.
— Kookie — se quejó de igual manera.
Había pasado una semana más, donde Jimin tuvo que trabajar más a fondo con el caso del alfa y el de Taehyung.
El alfa Kim ya tuvo que regresar a su trabajo, y cada día, venía Yoongi, Jimin o Solar a cuidar de Jungkook o ayudarlo con los niños.
— Los días se extendieron, Kookie — dijo Jimin, mientras su dedo aun se deslizaba por la pantalla táctil — Al parecer, al señor Jung le pareció conveniente que los cachorros pasaran una semana si y una semana no.
— Eso es mucho tiempo — dijo quejumbrosamente.
— Tenía entendido que, como te fuiste... agarraron eso como excusa para mantener a los cachorros más tiempo con ellos, debido a que no enfermaran. Pero, ya veo la verdadera intención.
Jungkook entrecerró los ojos y recargó su cabeza en el hombro del otro. Jimin le acarició con ternura y jugueteó un poco con sus pies estirados en el sofá. Siguió bajando por la página, moviéndola con su dedo en la pantalla táctil.
— ¿Te gusta este verde agua, Jungkook?
— No. Muy luminoso.
— Será muy luminoso para los ojos del bebé. Sigue bajando.
Jimin siguió bajando por la página de decoración de interiores.
— Ese color me gusta — dijo Jungkook señalando la esquina superior de la pantalla.
— ¿Morado?
— Morado me gusta. Me recuerda a mis tres Kim — dijo acurrucándose más contra el cuerpo del omega — Los extraño, extraño mis niños.
— ¿Los extrañas tanto que ahora te me pegas mucho?
— Los extraño tanto que no tengo a nadie a quien abrazar.
— ¿Quieres ir a tu nido, Kookie?
— No, solo quédate conmigo y sigamos viendo colores de pintura.
— Jungkook — habló un poquito más serio — Hemos estado viendo pintura para paredes desde hace casi dos horas y aún no decides ni un color.
— Me gusta el morado — se enderezó y habló más firme — Como una galaxia morada — sonrió — Frijolito será parte de mi universo.
Unas cuantas lágrimas comenzaron a descender por sus ojos y con sus mangas largas. Estaba demasiado sentimental.
Jimin se levantó y rápido de la cocina trajo más leche de banana y unas cuantas galletas de coco y avena. Jungkook las tomó y entre sus llantos y agradecimientos, continuó comiendo y bebiendo.
