Capítulo 82

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— Mama, mama — hablaba animadamente.

El omega se removió entre las sabanas y almohadas de su nido y abrió sus ojos pesadamente.

— Mama, miya, miya — (mira) repitió varias veces.

Jungkook se vio obligado a sentarse en la cama, mientras tallaba sus ojos.
Cuando los tuvo bien abiertos, vio como su pequeña niña recargaba sus brazos a la orilla del colchón, con su cabeza recargada encima de ellos y sonriéndole a su mamá.

— Buenos días, Juno mi amor — dijo Jungkook con una sonrisa somnolienta.

La bebé le sonrió más al escuchar a su mamá decir su nombre.

— Mama, ¿Floyes? — dijo Juno.

— ¿Flores? — preguntó confundido.

— Baba tiene floyes — respondió — ¿Puedo... puedo? — a veces la pequeña tardaba en formular lo que quería decir — ¿Puedo rrte floyes? — (darte flores)

— Si, amor — respondió Jungkook.

Juno asintió con su cabecita repetidas veces y salió corriendo de la habitación, regresando unos segundos después con un bonito ramo de flores en sus manos y lo puso encima de la cama. Jungkook abrió su boca en una sonrisa enorme y las tomó.

Paya ti — respondió Juno.

— Gracias, mi amor.

Den nada — dio unos cuantos brinquitos y luego el alfa apareció en la puerta.

Con su camisa de vestir a medio abotonar, mientras se acomodaba sus pantalones. Jungkook le miró y le sonrió.

— ¿Le diste las flores a tu mamá, Juno?

— Si, baba — respondió.

Taehyung terminó de abotonar su camisa y luego cargó a su bebé para subirla a la cama. Jungkook puso las flores encima del mueble y luego recargó su espalda en el respaldo de la cama.

— Cuidado, cuidado — repetía Juno en voz baja — Cuidado con manito.

Gateó hasta quedar al lado de Jungkook y colocó su manita encima de su vientre. Jungkook acarició su espalda y empezó a producir feromonas; ahora, estando en maternidad y estar casi un cien por ciento curado de lo recesivo, maneja mejor el control de producir feromonas.

— Buenos días, alfa — dijo el omega.

— Buenos días — respondió el mayor acercándose a él para poder besarlo en los labios, no sin antes, echarle un vistazo a Juno para que lo dejara hacerlo.

Pero, ahora que el vientre era más grande que antes, Juno ponía toda su atención en el, como un ángel guardián.

— ¿Flores en la mañana?

Papá necesita un omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora