Profesor (En Edición)

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"Aarom" la voz seria de Mateo lo alertó "¿A qué hora piensas terminar tus tareas? Llevas horas con esos comics"

"¿Alguien te había dicho lo guapo que te pones cuando estás molesto?" Arrugó la nariz.

"No, pero si quieres me puedo poner precioso" dijo frunciendo más el ceño.

"Ya entendí" dijo levantando las palmas "ya voy"

Aarom salió a refunfuñando de la habitación.

"¿Te regañó?" Emma rió bajito

"Ya es la segunda vez" dijo torciendo los labios.

"¿La convivencia es preciosa no?" Aarom arrugó la nariz y la miró fingiendo molestia.

El alfa se sentó en la sala a terminar lo que tenía pendiente.

"Amo a mi familia, amo a mi familia" repetía causando risas en la beta

"Papá, pipí" Olivia tenía un pequeño elefante de peluche en sus manos y miraba con atención la reacción de su padre.

"¿Ahora?" La rubia asintió "Bien, vamos" la pequeña había comenzado a ir al baño, Mateo decidió dejar los pañales sin embargo a la rubia se le ocurrían los momentos más inoportunos para necesitar visitar esa habitación.

Mateo estaba molesto porque Aarom terminó convenciéndolo de tener sexo mientras Olivia dormía y Emma no estaba. La bebé no llevaba pañal y fue un desastre oírla llamarlos cuando el nudo del alfa lo tenía atrapado.

Mario llegó a salvar el día después de un mensaje de Aarom, realmente no le tomó importancia a la situación en la que se encontraba la pareja pero para Mateo había sido el trauma más grande de su vida y fue aún peor cuando los escuchó hablar.

"¡Papá Mayo! ¿mi mamá?"

"Eh.. pues, fue a.." Mario no podía escapar de los grandes ojos curiosos de Olivia "plantar un ¿árbol?"

"Abol" repitió y llevó una mano a su pequeño mentón, igual que Aarom cada que ideaba algo nuevo "¿mi papá?"

"Amm.. Él le llevo las semillas" Olivia lo miró confundida.

"Quiedo ii" dijo con la mirada brillante.

"No podemos ir, princesa" un pequeño puchero apareció en los labios de la bebé "Eh.. eh.. mamá se molesta si alguien pisa su jardín"

"Peo, papá.."  Mario comenzó a entrar en pánico por el inminente llanto.

"Ya.. a ver.. papá pasó por ahí y su pie se atoró en la tierra. Mamá dijo que lo regañaría por pisar su jardín"

Olivia escuchaban atenta con sus grandes ojos verdes clavados en los del alfa.

"Yo no quiero que mamá se moleste conmigo, ¿tu quieres que mamá se moleste contigo?"

Cuando la rubia negó rápidamente supo que había ganado.

"¿Quieres comer fresas? Mamá irá a buscarte abajo, vamos con tu abuela"

Fue ahí cuando la pequeña dejó su posición defensiva y aceptó salir de su casa.

Mateo tenía rojas hasta las orejas, esta sentado sobre Aarom y este abrazaba una almohada contra su rostro para ahogar su risa.

"¿No se le pudo ocurrir otra comparación?" Dijo el alfa mientras contenía una carcajada.

"Mi bebita quedó sola" frunció el ceño "¡Es tu culpa! ¡Alfa lujurioso!" Golpeó suavemente su pecho.