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Denisse y Martin llegaron a la casa de Joseph. El omega, luego de ser marcado, nunca volvió a casa de sus padres. 

"Solo sacaremos las cosas ¿bien?" dijo Denisse a su chofer, quien respondió asistiendo. 

Luego de una impaciente espera por fin fueron atendidos por el padre de Joseph, el beta lucía una marcadas ojeras y un semblante cansado. 

"¿Le pasó algo a mi hijo?" Denisse dudó en responder pero decidió ponerse en lugar del hombre.

"Él está muy bien, ¿podemos pasar?" el beta asintió y los acompañó hasta la sala. Luego de unos minutos ambos padres de Joseph ya estaban frente a la omega rubia. 

"¿Ya me lo devolverán?" la voz cortante de la omega alertó a Martin. 

"No puedo devolverte algo que no tomé como propiedad mía" suspiró "Tu hijo fue marcado por el mío, ahora son compañeros" un aroma turbio se sintió en el lugar "Fue un recomendación médica, el chico estaba muy mal y solo empeoraba" 

"Nosotros estábamos curándolo, no tenían el derecho de arrebatárnoslo" 

"Joseph hizo su elección y fue mi hijo, fue aceptado por mi familia y no le faltará nada. Solo vinimos por sus pertenencias" 

"¿Tu familia? ¿La familia que solo busca herederos alfa? ¿Qué podría ofrecerles un omega estéril?" las palabras duras lastimaron a la omega.

"Encontraremos la manera" trató de demostrar seguridad en sus palabras "Nos encargaremos de que termine sus estudios de la mejor manera y encuentre su trabajo ideal.."

"¿Qué diría de ti la Denisse que conocí en la secundaria?" sonrió con altanería, tal y como su hijo había aprendido "Eras tan independiente, tenías tantas metas y ahora eres la mensajera de un alfa moribundo"

"¿Qué estás diciendo?"

"No es un secreto que la leucemia está matando a tu compañero y esa marca en tu cuello te matará a ti cuando él ya no respire" 

"Erick está bien, su enfermedad está estabilizándose y pronto volverá a sus labores. Estoy aquí solo por las pertenencia de Joseph, no quiero hacer de esto un problema"

El padre de Joseph se mantenía en silencio, tenía su celular entre las manos y decidió usarlo. Sabía que su cachorro nunca demoraba en responder.

'Hijo, la mamá de tu amigo vino por tus cosas. ¿Estás seguro que quieres vivir con él, siendo un omega? ¿Eres feliz?' esperó muy impaciente la respuesta. 

'Sí papá, estoy seguro y feliz con Arián'

Joseph siempre fue su más grande adoración, el haberse casado con una omega les complicó las cosas a la hora de concebirlo y eso solo logró que lo atesorara aún más, sin embargo cuando notaron su casta su matrimonio pendió de un hilo y todo lo que ocurrió después solo sirvió para empeorarlo.

"Su habitación es la tercera puerta del segundo piso, la puerta es azul" respondió el beta con una voz tranquila. 

"¿Qué? No puedes.."

"No quiero perder aún más a mi cachorro" dijo mirando a su esposa "¿No basta con haber eliminado tu propio celo? Él está bien y ese muchacho lo va a proteger ¿no es mejor buscar su perdón?"

"¿Perdón por querer que lleve una vida normal? No lo creo, es mi hijo y sé lo que le conviene"

"¿En verdad lo viste como tu hijo?" dijo Denisse "El chico tiene secuelas graves de un procedimiento clínico, de medicamentos fuertes y estoy segura que el problema para concebir es un problema que se desencadenó aquí" 

Profesor (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora