"Todo va a salir bien" susurró Aarom antes de tocar timbre de la casa de Mateo. Esperó unos minutos y fue Emma quien lo atendió con su sonrisa maternal que siempre ayudaba a tranquilizar a todos.
"Hola pequeño, te hiciste extrañar mucho por aquí" Aarom le devolvió la sonrisa "Por cierto, la llamada del otro día.."
"Eh, sí, te contaré lo que ocurre luego de conversar con Mateo" respondió lo más tranquilo que pudo.
"Bien" Emma miró a su alrededor y se sorprendió "¿Qué hacemos en la puerta? pasa, pasa" se hizo a un lado para que el chico pueda ingresar a la casa. "Mateo todavía duerme, viniste muy temprano" notando que apenas eran las 8 de la mañana.
"Sí, lo siento. No podía esperar más, pero.." dirigió su mirada hacia la sala "¿qué ocurrió aquí?"
La última vez que estuvo ahí solo encontró la mecedora y un pequeño cesto con algunos juguetes, ahora los sofás estaban llenos de peluches y cestos con ropa muy rosada.
"Los abuelos de una alfa, o algo así" bufó Emma "El padre de Mateo se emocionó y su madre no toleró los colores neutros de la ropa de Olivia" explicó.
"Dudo mucho que esto le guste a Mateo"
"Exactamente, ayer fue día de lavandería y este fue el resultado" la beta señaló el sofá "Compraron demasiado aun cuando saben que ella crece muy rápido"
Emma fue a buscar a una adormilada Olivia que bostezaba y frotaba sus cabello despeinado, cuando la bebé estuvo a un par de metros de Aarom, abrió los ojos y levantó su pequeña nariz reconociendo su aroma.
"Princesa" dijo el alfa al tiempo que estiraba sus brazos hacia ella. Olivia comenzó a aplaudir y rebotar en los brazos de Emma. Cuando por fin la tuvo en sus brazos, besó sus mejillas gorditas pero se detuvo cuando sintió la presión en el pecho al recordar las palabras de su padre.
Su ánimo bajó ligeramente pero trató de disimularlo, acompañó a Emma mientras preparaba el desayuno, Aarom le contó algunas cosas que ocurrieron durante el tiempo que no se vieron, también algunas ocurrencias de Zack y cosas de las escuela.
Cuando todo estuvo listo en el comedor, Aarom subió a la habitación y entro muy despacio. Encontró al omega completamente despeinado, abrazaba una almohada y tenía las piernas enredadas en el edredón. El alfa rio en silencio por la manera en que Mateo se había dormido, trató de alejar cualquier pensamiento negativo para poder disfrutar el tiempo con el omega.
"Amor" susurró "Buenos días" Mateo movió su cabeza negando sin abrir sus ojos, abrazó su almohada con más fuerza "Despierta príncipe, te estamos esperando" acarició su cabello.
El omega comenzó a moverse cada vez más y terminó por estirar todo su cuerpo, bostezando y frotando sus ojos.
"Alfa" la sonrisa adormilada de Mateo fue lo que necesitaba para tomar valor y hablar con él, pero eso sería luego de robarle todas las sonrisas posibles durante el día.
"Por fin abres esos ojos que me traen loco" las mejillas de Mateo se colorearon.
"Cuando hablas así siento que el cachorro soy yo y no tú" cubrió sus ojos avergonzado.
"Si te ponemos un uniforme, podrías pasar por alguien de mi edad" la imagen mental del omega con una falda, tal como lo dijo Zack, lo hizo sonreír pero sabía que eso nunca lo pediría.
"Tomaré eso como un halago" dijo picando con suavidad la punta de su nariz "Es hora de levantarse ¿no?" preguntó con las cejas curvadas, Aarom asintió con una sonrisa y después de un gran beso en su mejilla le dijo que lo esperaría en el primer piso.
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Profesor (En Edición)
RomanceEn una sociedad que rechaza a los omegas varones, Mateo logra cumplir su sueño de ser profesional y entra, después de muchos años, a enseñar en una escuela de la ciudad. Asignado como profesor de historia, nada podría arruinar ese perfecto primer d...