"Aarom debe quedarse" susurró Mario al oído de Amanda, la omega lo miró fijamente y levantó una ceja "Amor, recuerda la última vez que los separamos. No quiero a un alfa agresivo cerca de mi omega, por más que sea nuestro hijo" suspiró "No quiero arriesgarme a que pierda el control solo por buscar a ese chico, sabes que puede confundir su aroma y atacar a alguien o ser herido, sería absurdo negarle la solución si la tenemos en frente" señaló con la mirada al omega que intentaba poner un poco de la crema del pastel en los labios de su bebé.
"Es mi cachorro" dijo entristecida, no quería aceptar que su hijo día con día crecía más.
"Piénsalo querida, iré a despedirme de todos" dejó a la omega en el sofá, esta miraba en silencio el como Mateo reía por los gestos de su cachorra, recordó el corto tiempo que Aarom fue un bebé y lo extrañó.
Extrañó el tiempo en que Elliot estuvo con ellos, sus dos hijos eran idénticos físicamente pero diferentes en sus personalidades. Aarom siempre fue osado y travieso, mientras que Elliot era tranquilo y asustadizo, nunca lo había considerado pero, ahora, podía llegar a creer que ese cachorro suyo hubiera sido un omega.
Seguramente sus padres lo hubieran rechazado o hubieran buscado la manera de internarlo en algún lugar que pueda 'ayudarlo' con su omega, mil escenarios llegaron a su mente y al final solo llegó a la misma idea de siempre 'seguro su hijo hubiera sido un beta' era más sencillo vivir con eso.
Se puso de pie y se acercó al risueño chico.
"Niño" dijo con voz firme. Mateo volteó y la miró con una ligera sonrisa "Ya habrás sentido el aroma de mi hijo ¿no es así?" las mejillas del omega se colorearon y bajando la mirada asintió suavemente "Bien, ¿serás tú quién lo atienda? ¿o mencionó el querer pasarlo solo?"
"Realmente no lo habíamos planeado, nos concentramos más en el examen de Aarom y lo que debía estudiar"
"Si se quedara aquí, Emma los atendería ¿no? y a Olivia"
"Sí, ella se encarga de todo durante los días que dura mi celo. No creo que tenga problema con ayudarnos esta vez"
"Pobre mujer, debe hacer todo aquí" rodó los ojos y cruzó los brazos.
"Le di la opción de contratar a una persona para que ella no tenga que ayudar en casa pero no le gustó la idea"
"Uhm" levantó una ceja.
"Memma" balbuceó Olivia, Amanda la miró extrañada.
"Está aprendiendo a decir Emma" sonrió Mateo mirando a su bebé "Muy bien, Em-má" dijo el omega.
"Mi esposo y yo iremos por la ropa de Aarom, y.. " miró su cuello, probablemente esta vez su hijo marcaría al omega.
"Claro, yo le diré a Emma que Aarom pasará aquí la noche"
No pasaron muchos minutos hasta que Mario regresó con un muy malhumorado Aarom.
"¿Nos vamos, querida?" dijo el alfa mayor "Tu cachorro testarudo se había atrincherado en el baño de Olivia"
"Pensé que se quedaría" dijo indiferente.
"¿Qué?" los ojos verdes el alfa menor se abrieron de golpe "¿Me dejarás quedarme?"
"Apestas a celo y no quiero que destroces las puerta de la casa por ese chico" miró de reojo al castaño que se acercaba a ellos lentamente "Vuelve a mencionarlo y me arrepentiré"
"Gracias, gracias, gracias mamá" la estrujó con fuerza entre sus brazos "Me portaré bien y no haré bebés por ahora"
Amanda palideció, Mario no aguantó la carcajada que escapó de sus labios. La boca de Mateo se abrió y los colores llegaron a su rostro. El celo de Aarom ya se notaba a flor de piel y era eso lo que lo hacía desvariar, normalmente fruncía el ceño y no hablaba con nadie pero el suave aroma, que solo él percibía, de Mateo tenía a su alfa adormecido.
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Profesor (En Edición)
RomanceEn una sociedad que rechaza a los omegas varones, Mateo logra cumplir su sueño de ser profesional y entra, después de muchos años, a enseñar en una escuela de la ciudad. Asignado como profesor de historia, nada podría arruinar ese perfecto primer d...