Profesor (En Edición)

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Dato curioso: Cada capítulo de esta historia se me ocurre cuando empiezo a escribirlo, saco ideas de sus comentarios y dudas, así que gracias por comentar!

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"¡Ya no quiero amamantar!" Joseph tuvo una semana muy irritable, el volverse a separar del alfa le sentó fatal y las hormonas del embarazo no ayudaban.

"Joan te va a ayudar a prepararte para Alex"

"Pero duele, y está vez fue mucho más que la anterior" Denisse entendía perfectamente la situación.

"Bien, traeré un ungüento pero luego tendrás que practicar"

"¿A pesar de que apenas tengo leche?" La omega asintió con una sonrisa al pelinegro frustrado.

Joseph se pasaba las horas en cama frotando cremas y aceites sobre la piel de su vientre y observando los movimientos de Joan para tratar de calmar a su omega ansioso por la llegada de su alfa.

Había decidido no comprar otra cuna para que sus bebés pasaran todo el tiempo posible juntos pero tuvo que mandar a comprar otra silla para auto, un coche adicional y algunas otras cosas que no sería fácil para los falsos mellizos compartir.

Su vientre crecía día con día como si hubiera necesitado la atención del alfa para mostrarse. No alcanzaría el tamaño adecuado pero si el médico decía que estaba bien, eso bastaba.

Sus mejillas se colorearon como si quisiera que Arián las bese y acaricie. Los cambio eran lentos pero iban seguros, las vitaminas y nutrientes que consumía se dirigían al bebé y una mínima parte para él pero no importaba si Alex estaba sano.

El día que Arián tuvo que regresar a la clínica se planteó el arrancarse el suero e ir tras él pero su omega lo obligó a dejarlo partir por la seguridad del cachorro en su vientre.

Su marca fue abierta pero no como acostumbraba a hacerla, entre besos necesitados y sintiéndo la piel caliente del alfa, esta vez solo fue Arián sosteniéndolo con fuerza desde atrás para que tolere el dolor de abrir nuevamente la herida, pero ayudó a que no se sintiera tan solo.

"Arián vuelve en unos días" le escribió a Celeste.

"Uff.. provecho con los llantos a media noche"

"Tendrá que cuidar a su hijo mientras yo duermo, odio tener a la niñera aquí"

"¿Ya te sientes mejor? ¿Cómo está Alex? ¿Y Joan?"

"Más pesado que hace una semana y ya estamos mejor. Joan ayuda a mamá tomando largas siestas, si se la pasara llorando no sabría qué hacer"

Ambos omegas se habían vuelto buenos amigos, aunque nunca faltaban las discusiones entre ellos. Celeste limitaba sus preguntas sobre Joan, pues no quería que Joseph piense algo malo.

La omega se había mudado de casa de sus padres y llevaba terapia para superar la adopción, fue una decisión muy meditada pero nada sencilla y quería hacer las cosas bien.

"Joseph, hora de comer" escuchó a Denisse. La omega llegó con algo que parecía una compota de manzana, el pelinegro comía cosas casi disueltas solo para que su estómago se acostumbre a recibir algo de alimento a ciertas horas del día.

Comía lentamente y cada ciertos minutos miraba a Joan.

"Deberíamos mover la cuna a esta habitación" comentó "con Arián aquí la cama no será lo suficientemente grande"

"Creo que tienes razón. Arián creció un par de centímetros ¿lo notaste?" La omega asintió con una suave sonrisa "creo que podemos usar un aceite de manzanilla para regresarlo a rubio y yo tengo una crema para las ojeras"