Profesor (En Edición)

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"Me gusta ese chico para ti" dijo Teresa mientras su hijo se cubría con la manta amarilla de Olivia para poder amamantarla. "Te conoce, conoce a tu hija, es educado y muy guapo".

"Sí, bueno, es un buen amigo. Pero no lo veo como un alfa para mí" respondió mientras se sentaba en la mecedora de la habitación de su bebé. 

"Podrías considerarlo, aún mejor, deberías considerarlo" dijo mientras acariciaba las pequeñas prendas recién lavadas que reposaban en un cesto. "No puedes pasar de los 25 años siendo soltero"

"Tengo a Olivia, no estoy tan soltero ¿no crees?" 

"No lo creo, si te rehúsas a revelar al padre de tu hija, es tu obligación conseguirle la figura paterna que necesita, un alfa necesita de otro para aprender a controlar su instinto"

Mateo era consciente de que su hija necesitaría, con el tiempo, quien le enseñe cosas que él no podía entender por sí mismo y en el fondo deseaba que sea Aarom quien esté ahí para ella. La mayoría del tiempo se sentía como un adolescente enamorado cayendo rendido por aquel que le tendió la mano cuando sintió que todo se le vino encima. 

Con su sonrisa pura, sus juegos y sus anécdotas típicas de su edad alegraba las horas que pasaban juntos, muchas veces mientras él corregía exámenes o preparaba sus clases era Aarom quien entretenía a su bebé con juegos o canciones. 

El omega recordaba con cariño una vez en específico en la que el alfa tenía a Olivia sobre sus piernas y ambos miraban una película infantil. El mayor se reía fuerte y le hablaba a la rubia señalando la pantalla o haciendo gestos que solo provocaban sonrisas y palmas en la pequeña, Mateo aprovechó esa oportunidad para terminar algunos reportes pendientes y al volver los encontró dormidos, Aarom estaba apoyado en el espaldar del sofá y Olivia apoyaba su mejilla sobre su pecho mientras dormitaba con uno de sus dedos en la boca.

Ya casi un mes había pasado desde la última tarde que pudo compartir con el alfa y cada vez se sentía más ansioso. Recordaba la mirada de Esteban sobre él luego de ese abrazo y se sentía culpable por haberla provocado, el alfa era todo lo que él pudiera desear, pero tenía a Aarom y nada reemplazaría la mirada de adoración que el alfa tenía cada que aparecía frente a él. 

Siempre recordaba la edad del alfa, su familia, su trabajo y eso frenaba el que pudiera ir libremente y pedirle ayuda para regular el deseo de su omega. Si bien fue de gran ayuda durante su primer celo, no quería que el menor sintiera que solo lo estaba usando para que lo anude. 

Su ciclo de celo estaba pronto y sus padres estaban por irse, sería el momento de dejar de cruzar solo miradas y mensajes de texto con el ojiverde para poner las cartas sobre la mesa. Dejó los supresores por su salud y  gracias a ello su omega poco a poco comenzaría a exigirle más atención de un alfa, no quería arriesgar las ilusiones que se había hecho con Aarom por algo tan primitivo como su instinto. 

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"Me siento morir" dijo Aarom luego de dejarse caer sobre la cama de Zack 

"Definitivamente, tus feromonas huelen a perro muerto" respondió el beta "Tienes que esperar" 

"¿Si viste el calendario? Su celo se acerca y el mío es un par de semanas después" tiró de su cabello "Necesito tenerlo cerca" 

"En el hipotético caso de que te necesite y no puedan ocupar su casa ¿Qué harás?" preguntó Zack.

"No lo había pensado, se ve como un estudiante ¿no? Lo podríamos disfrazar y .."