Al segundo día se volvieron a ver, Aarom estuvo desde temprano esperando que sea hora de ir a la casa del omega.
"Buenos días Mateo" dijo apenas este le abrió la puerta "¿Cómo está Emma?" preguntó
"Hola, está mejor que la última vez. Pero aún duerme todo el día" dijo algo preocupado "Lo que dijiste fue cierto, el doctor dijo que ella estaría bien"
"Me alegro" dijo desviando sus ojos a la pequeña mecedora que estaba sobre la alfombra en la sala "Eh.."
"Empecemos con la clase, solo ignórala, ella no nos va a molestar" dijo descuidado,sabía que la niña no causaría molestias siempre y cuando esté cómoda pero el alfa de Aarom lo hacia sentir la necesidad tener en frente a la cachorra.
"¿Es tu bebé?" preguntó el alfa con timidez
"Uhm, algo así, supongo que lo será" dijo con una pequeña sonrisa, Mateo esperar tener pronto ese instinto materno y el amor desbordante que tienen las omegas con sus bebés.
El alfa no sabía como indagar más el tema y decidió dejarlo así. El omega frente a él lucía cansado y no quería agotar más su mente.
Empezaron con su clase, pero la mayor parte del tiempo los ojos de Aarom estaban pegados en el movimiento de la mecedora. Mateo tuvo que chasquear los dedos varias veces frente a él para captar su atención y regresarlo al tema.
"Si seguimos así, van a ser dos horas perdidas ¿lo sabes, no?" dijo el mayor, algo irritado.
"Lo siento, es que.."
"¿Es la bebé? ¿Te distrae? La puedo llevar al segundo piso"
"No" dijo rápidamente "¿Puedo verla?"
"¿Qué? No ¿Por qué?" pregunto muy sorprendido.
"No lo sé, creo que si la veo mi cabeza ya no imaginará como luce y así me concentre mejor"
"Si sabes que tu argumente es algo tonto ¿no?" Mateo rodó los ojos
El alfa en el pecho de Aarom rasguñaba de curiosidad, el aroma del omega que lo hacía alucinar y los pausados balbuceos que se oían de vez en vez lo hacían sentir como si estuviera en su casa, no en la de sus padres sino en la que sería de su propia familia.
"Dejemos esto por hoy, no tiene sentido continuar. Vamos" se notaba el cansancio en su voz, el cuidar de una bebé y una beta dormida no se le hizo nada fácil.
Llevó al joven alfa a la sala, el menor se sentó en uno de los sofás mientras que Mateo acomodaba la mecedora frente a ellos.
"Ella es Olivia" dijo sentándose al lado de la bebé que solo pasaba sus grandes ojos verdes por las dos personas que tenía al frente.
"¿Dices que no es tu bebé? Son exactamente iguales" dijo Aarom "Es muy bonita" sus mejillas se sonrojaron cuando la pequeña abrió su boquita en un bostezo.
"Es complicado" dijo frotando sus manos "Pero sí, somos muy parecidos, aunque sus ojos son de un color diferente"
Aarom dejó el sofá y se sentó junto a Mateo y Olivia, tomó su pequeña manito y las dos miradas verdes se cruzaron.
"Creo que le caigo bien" su alfa se sentía tranquilo y feliz, más aún cuando vio al omega bostezar de la misma manera que Olivia "Puedes dormir un rato si quieres, todavía queda un poco más de una hora para que me vaya" dijo con una voz muy suave "Yo la vigilo"
Mateo no pudo negarse, y solo se dejó caer en el sofá más grande. No pasaron mucho minutos para que caiga en un sueño profundo.
"¿Cuánto tiempo tienes bebé?" preguntó en un susurro "¿De dónde vienes?"
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Profesor (En Edición)
RomanceEn una sociedad que rechaza a los omegas varones, Mateo logra cumplir su sueño de ser profesional y entra, después de muchos años, a enseñar en una escuela de la ciudad. Asignado como profesor de historia, nada podría arruinar ese perfecto primer d...