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"Hola bonito" Mateo se detuvo en su lugar respiró hondo y volteó. 

"Es mejor que dejes de llamarme así" dijo tratando de ocultar sus nervios. 

"¿Por qué? ¿Pasó algo?" Esteban preguntó preocupado. 

"Solo no quiero que mi alfa tenga una idea equivocada de mi" 

"Bien. Pero deberías ser justo, Gerald puede hasta abrazarte" 

"Gerald es como mi hermano mayor, además es amigo de la familia" rodó los ojos "No puedes compararlo" 

"Bien, bien. Perdí" Mateo negó con una sonrisa y se dirigió a su primera clase del año. 

Aarom iba iniciado sus clases unos días antes, cada tarde llegaba emocionado a casa del omega para contarle sobre sus días en el campus y jugar con Olivia. 

Amanda había llamado un par de veces a reclamar a Mateo por retener a su hijo hasta tarde durante los días de clases pero aún así el alfa seguía pasando las tardes con el castaño. 

El omega sabía que los horarios se ajustarían cada vez más por el tiempo reducido de ambos, así que se decidió a esforzarse por mantener su instinto a raya, no necesitaba un reemplazo para Aarom, estaba seguro que de necesitarlo él acudiría a su llamado, era su alfa, su destinado después de todo. 

Empezaría su nuevo año así, con eso presente. A pesar de las sonrisas que le robaba Esteban siempre se recordaba a su pequeño alfa de ojos verdes y sonrisa coqueta. Sin embargo no se equivocó al pensar que cada vez vería menos al ojiverde. 

Con el pasar de las semanas Aarom pasaba la mayoría del tiempo en la universidad, estudiando y en reuniones con sus compañeros. Mateo ocupaba sus horas en la escuela y en Olivia, quien había empezado sus clases de estimulación temprana. Su relación volvió a lo que fue en los primeros meses, solo fotos y videos por whatsapp. 

Cuando por fin Aarom logró desocuparse estuvo todo el día con el omega, vieron una de las películas favoritas de Olivia, la llevaron al parque para que siguiera practicando sus aún torpes pacitos y finalmente tomaron una siesta de la que Aarom fue el primero en despertar y pasar los minutos observando al omega dormido frente a él. 

"Hola, dormilón" susurró cuando el castaño comenzó a removerse. 

"Mi amor" dijo estirando sus músculos para alejar la pereza.

"Dios, tus ojos luego de despertar me matan" dijo acercándose a besar sus párpados "¿Dormiste bien?"

"Con un alfa grande y calientito aquí, claro que sí" dijo con una sonrisa. 

Luego de unos minutos de mimos y risas Aarom miró a Mateo y acarició su mejilla. 

"Te extrañé demasiado todo este tiempo, estoy comenzando a odiar la universidad" presionó al mayor contra su cuerpo "Esta semana también la tendré muy ocupada, pero en diez días tengo dos días libres, seré todo tuyo"

"¿En diez días?" Mateo preguntó bajando la mirada "Este viernes.."

"El viernes tendré dos exámenes, por eso el siguiente miércoles estaré aquí, no tendré clases"

"Uhm, claro" suspiró rendido "el miércoles Olivia tendrá su clase de piscina, ¿vendrás con nosotros?"

"No me perdería por nada la oportunidad de verte en traje de baño"

"Uso una camiseta y unos shorts" rio "Aun le doy de lactar a Olivia, aunque ya debería parar con eso"

"Si tu crees que ella ya no lo necesita" besó el costado de su cabeza "Es tu decisión, precioso"

Profesor (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora