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"Arián dijo que vaya"

"No se puede cariño, ustedes están cerca al celo y no podemos juntarlos"

"¿Es una broma? Pasó más de un mes en que no sé nada de él ¿y ahora no puedo verlo?"

"Lo sabemos, pero sería irresponsable de nuestra parte permitirlo. Queda menos de dos meses para que regrese"

"Y yo me jodo. Genial Denisse, gracias" tomó su patineta y salió del lugar.

La marca en su cuello comenzó a volverse gris, tal como una vieja cicatriz y sus defensas comenzaron a bajar.

Celeste trataba de distraerlo, evitar sus momentos de estrés y acompañarlo pero siempre volvían los malestares.

"Baja, estoy aburrido" dijo el omega por el intercomunicador del condominio.

Unos minutos después, Celeste bajó con una gran polera que cubría su cuerpo del frío.

"Estoy en el séptimo mes, ya no es sencillo salir a andar"

"Sigues siendo a mocosa mimada de la secundaria" rodó lo ojos.

"Y tú el mismo petulante y grosero" rieron mientras caminaban a la banca más cercana.

"¿Cómo han estado?"

"Yo me siento una planeta y este jovencito no deja de patearme. Asegúrate de enseñarle deportes, tiene una piernas muy fuertes" sonrió "¿y tú? No traes muy buena cara"

"Sigo enfermo" dijo mirando el cielo "tengo unas migrañas insoportables y comencé a vomitar ciertas comidas"

"Oye, oye, ¿te hiciste ver? Puedes tener un desorden alimenticio o algún virus, no podrás cuidar de Joan si enfermas"

"Sonaste exactamente igual a mi suegra, que perturbador" dijo sacudiendo su cabeza "es porque Arián está lejos, tenía una enfermedad que dejó secuelas y mi marca no fue abierta hace más de un mes"

"Ya veo" respondió "pero deberías pedirle que se apure, no queda mucho para que sean padres"

"Créeme que la idea de que Joan nazca y yo siga solo me aterra"

"Dime la verdad, ¿Él tiene fecha de regreso?" Joseph suspiró con fuerza.

"Si no vuelve en dos meses no sé cuando lo hará, está tratando temas delicados y, es horrible estar solo"

"Dímelo a mí" dijo apenada "Pero bueno, es lo que hay. Toma.." sacó una tarjeta de su bolsillo.

Joseph leyó con atención. El pequeño cartón contenía el nombre de un psicólogo experto en paternidad.

"Sé que no te gusta ir a hospitales, él es un médico beta y te puede ayudar. Tienes miedo y tu alfa tan lejos no ayuda, no puedes transmitirle todo esto a tu bebé"

"No lo haré, él estará bien"

"¿Con un mamá que no se alimenta, fuma y tiene mal humor la mayoría del tiempo?"

"¡Oye!"

"Es la verdad. Yo no te voy a juzgar, pero si tu salud no es la mejor no puedes sumarle una dependencia al tabaco y menos si un bebé está por llegar a ti"

"No soy dependiente"

"Como digas, pero no quiero que este niño sufra. Yo no lo quiero, pero eso no significa que pasaré por alto todo lo que ocurre con quien será su madre"

"Me caías mejor cuando eras odiosa y podía ignorarte"

"Puedes ignorarme, pero Joan será quien se lleve la peor parte"

Profesor (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora