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"¡Pequeña traidora!" la voz del beta salvó los nervios de Mateo. Olivia rio con fuerza por el grito de Zack y aplaudió emocionada "Mi nombre es más sencillo de decir y se supone que seríamos compañeros del crimen, me fallaste" 

Mario que negaba con una sonrisa divertida, abrazó a su omega por la espalda y dejó un beso en su sien. Sabía que se sentiría incómoda la palabra que a la pequeña se la había ocurrido decir.

"No creímos que justo hoy comenzaría a hablar, lo siento mucho" dijo el omega un poco avergonzado.

"Entendemos" dijo el alfa mayor "los niños son impredecibles. Pero por favor, preséntanos a tu cachorra" 

Aarom suspiró tranquilo y estiró los brazos con una sonrisa para que Mateo le cediera a la bebé. Juntos se acercaron a la pareja y Mateo habló. 

"Ella es Olivia" sonrió acariciando las hebras rubias de su cabello "Hijita, ellos son los papás de Aarom" 

"¡Papá!" volvió a decir. Amanda la miró con una ceja levantada y Aarom quiso evitar una desgracia.

"¿No quieren cargarla?" dijo haciendo suaves rebotes. La rubia perdió ligeramente el equilibrio y extendió los brazos hacia Amanda por ayuda, la omega no pudo negar sus instinto y al creer que la pequeña caería la sostuvo. 

Aarom terminó de entregársela. Amanda la observaba fijamente y Emma miraba desde una esquina de la sala, con el corazón en la garganta, esperando a que todo salga bien. Entendía perfectamente que la situación era muy delicada pero quería que la pequeña que cuidó desde el primer día no sea la afectada. 

Olivia puso sus pequeñas manos en las mejillas de la omega y sonrió con fuerza enseñando las manchitas blancas que indicaban los que serían sus nuevos dientes. 

"Lo siento, a veces puede ser muy eufórica" susurró Mateo. 

"Parece que le agradamos ¿no amor?" dijo Mario posando sus cabeza en el hombro de la omega "Hola Olivia" dijo tocando la punta de su nariz.

"Uhm" respondió "Es una niña muy bonita" dijo de repente "será alfa" miró al omega de pies a cabeza "Felicidades" 

"Si fuera una beta o una omega seguiría siendo nuestra princesa" dijo Aarom con una sonrisa "Ella es perfecta" Mario pudo ver lo mucho que su hijo había crecido, ya no era el adolescente malhumorado que solo quería encerrarse en su habitación. Ahora era un alfa preocupado por personas que consideraba su nueva familia y, aunque no lo dijera en voz alta, lo enorgullecía de sobremanera. 

"Bueno pues, no hay fiesta sin pastel ¿no? Dime que tu no me traicionaste, mamá Emma" Zack miraba a la beta con una cara ansiosa y los ojos brillantes. 

"No cariño, si hay un pastel" caminó mas tranquila a la cocina para buscar el pequeño pastel que ella y Mateo decoraron, obviamente, con Zack pisando sus talones. 

Ambas familias estaban sentadas en la sala y Mateo estaba más que seguro que las preguntas raras iniciarían. 

"¿Estás seguro que no sabes quién es su padre?" Aarom rodó los ojos antes la pregunta de la omega. 

"Mis recuerdos de aquel día no son del todo claros, el viento evitó que pueda reconocer su aroma y el ADN de Olivia no es compatible con nadie que esté en el registro que tienen los policías, es decir, quien me dañó no fue, hasta ese momento, un criminal" 

"¿Crees que ese alfa no reconocería a su cachorra si la ve?"

"Lo dudo, para que pueda reconocerla tuvo que haber percibido mi aroma durante la gestación y eso no pasó, además que no tengo un aroma notorio" respondió tranquilo mientras miraba a su bebé en las piernas de la omega. 

Profesor (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora