¡ya basta lee minho!

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- Entonces te veo en casa, amargado~

- Espera un momento, mocoso.

Seungmin se disponía a salir del aula, sin embargo se detuvo ahí, girando su cabeza en dirección a su hermano-con suma imapaciencia-esperando a que hablara.

- ¿A dónde vas?

- Eh... a casa.- respondió dando una vuelta completa.- ¿Que no es obvio? ¿O acaso tengo otro lugar a donde ir?- preguntó fingiendo inocencia.

Lee solo rodó con notable fastidio sus ojos, chasqueando su lengua y dándole la espalda.

- A parte del cuchitril al que llamas habitación en casa...- hizo un gesto pensativo mirando al techo.- Hmmm.... no, no tiene a donde ir a parte de ese cochinero, comienzo a pensar que no vives tú solo allí...

- ¿Por qué lo dices?- miró al alfa mayor con curiosidad.

- Una vez entré y algo me caminó entre los pies.

- Oh...- miró a un punto ciego procesando todo para después reír.- ¡Ah! Hablas de Renny...

Minho iba a añadir algo más, pero ante la mención de ese nombre totalmente desconocido para él, pues Seungmin no tenía ningún amigo llamado Renny-hasta donde él sabía-aunque ya deducía de quién se trataba.

- Mira, Seungmin. Ya no me digas nada, no quiero seguir pensando en ese tal Renny, porque juro que no volveré a poner un pie en tu habitación...

- Es bueno saberlo.

- No interrumpas.- masculló más que disgustado.- Como decía, no volveré a poner un pie en tu había hasta dejarla fuera de cualquier agente contaminante.

- ¿Acabas de decir que mi cuarto es tóxico?

- Sí.

- Idiota.

- Ya lárgate.



Seungmin sujetaba firmemente las correas de su mochila, dirigiendo su lento y tranquilo caminar hacia la salida de su institución, poco sorprendido de que no haya la cantidad de alumnos habitual, pero sin percatarse de que cierto omega se encontraba a un lado de la...

- Hey, Seungmin.- llamó suavemente el rubio, mirando como el aludido se acercaba con una sonrisa tranquilizante.

- Hey, Hyunjin.- saludó alzando su derecha agitandola un poco.- ¿Qué haces aquí?- ahora fue su turno de preguntar, notando como el omega se tensaba levemente, cosa que lo traía confundido.

- Yo... estoy esperando a Jisung.- respondió, pero no en su totalidad.- ¿A tí?

- Iba a casa, creo que ya has oído del castigo de Minho, ¿no?

Hyunjin lo miró confundido por unos segundos para suavizar sus facciones al recordar.

- Sí, aparte de que estuve cerca cuando lo sentenciaron. ¿No le vas a hacer compañía?

Seungmin lo miró con intensidad mientras contemplaba cada detalle de este, como sus esponjosos labios se abrían cada vez que iba a formar una oración, como sus ojitos se volvían dos rayitas cada vez que sonreía, su piel cálida y suave, según su punto de vista, ya que no la había tocado, y sus mejillas apretujables y adorables.

- No, ya tiene a alguien que le hará compañía...- pausó, mirando hacia atrás sabiendo que Jisung claramente no llegaría, desviando su mirada al omega nuevamente, sintiendo una corriente eléctrica recorrer su columna al percibir esa deliciosa fragancia.- ¿Te gustaría venir conmigo a por un café?- propuso sintiendo una oleada de nervios consumirlo, sin embargo supo disimular para no inquietar a Hwang.

- Oh...- las mejillas de Hyunjin se encendieron sin su consentimiento. Una sonrisa nerviosa surgió como respuesta mientras sus feromonas trasmitían claramente lo nervioso y ansioso que estaba.- C-claro, Minnie.

- ¿"Minnie"?- Seungmin enarcó una ceja con una sonrisa ladina mientras lo miraba divertido.

- ¡Oh! Lo siento mucho, se me salió sin querer, Seungmin.- y no sabe la razón del porqué una pizca de tristeza se coló en su corazón al oír nuevamente sólo su nombre.

- No, no, no... Jinnie, está bien.

- ¿"J-jinnie"?- el omega lo miró con impresión ante el mote por el cual fue llamado.

- Sí...- el alfa asintió.- porque yo soy Minnie y tú eres Jinnie.

El mayor sonrió levemente, pero al sentir un brazo pasar por sus hombros quedó estupefacto y más por tales palabras.

- Mi Jinnie...