Especial 🎅

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Navidad...

Navidad es una festividad donde los amigos y la familia se reúnen en un mismo entorno, para disfrutar la compañía del otro, para bailar y celebrar la unión, la prosperidad y el nuevo año que se espera.

Una divina cena, con diversos platillos de la temporada, cantando y bailando villancicos y usando suéteres de lana.

En todas las calles de Seúl se percibía la navidad, las casas llenas de luces y decorados. Mientras que en la sala un arbolito descansada.

Todo bonito, todo perfecto, la armonía de cada lugar y...

- ¡DEJASTE QUEMAR LAS GALLETAS SEUNGMIN!

- ¿¡YO!? PERO SI YO NO ERA EL QUE TENÍA QUE ESTAR AL PENDIENTE.

Lee Felix detuvo todo acto. Seungmin, quien estaba sentado en el banquillo jugando con las galletas de la charola, tragó saliva lentamente y temió lo peor.

Quizás sería su última navidad.

- Cuando yo diga que tú dejaste quemar las galletas, es que fuiste tú. ¿Entendido, chucho?

El apodado asintió. Felix era omega, pero por supuesto no por eso daba menos miedo, o su aura era menos imponente de lo que debería.

A todo eso, Seungmin solo se cuestionaba una cosa, quizá la dudad más grande que ha formulado en su cabeza:

- ¿Qué es lo que vió Changbin hyung en tí?

- ¿¡Qué dijiste renacuajo?

Seungmin brincó en su sitio, reaccionando pillado ante su pensamiento.

- ¿Cómo pudiste leer mi mente?

- ¡Estás hablando en voz alta, imbécil!

Bueno, eso tenía más sentido comparado a lo que rondaba por su mente.

- Lo siento, pero... es inevitable preguntarme eso.- dijo Seungmin. Felix le lanzó una mirada inminente, alegando que si no cerraba la boca un mal sería desatado.- Es decir, eres... eres...

- ¿Demasiado adorable?

- No, eres...

- ¿Muy guapo para Changbin? Lo sé, pero lo amo a él...

- No, eres... como una madre regañona y estricta, que también tiene memoria a corto plazo ya que-

El sonido de una sartén inundó sus oídos, un inmenso dolor se instaló en su cabeza, sus ojos se ampliaron más de lo normal y un efusivo grito fue la reacción general.

- ¡Ay, hyung, no hagas eso!- se quejó el menor en cuanto el grito cesó, sobando la parte superior de su cabeza, mirando receloso el artículo de cocina.

¿Quién diría que la sartén golpeara tan fuerte?

- ¡Entonces dame el respeto que merezco, Min!

El mencionado solo asintió con vehemencia, soltando un suspiro resignado. ¿Sería así a partir a hora en cada festividad?

Las celebridades serían un infierno para Lee Seungmin.

- Ya traje lo que falt... ¿Qué ocurrió aquí?

Seungmin entornó su cabeza en dirección a la entrada de la cocina, justo en el umbral, se hallaba Seo Changbin, cubierto en abrigo, guantes, gorro y bufanda de invierno, con algunos copos en sus ropas.

- ¡Bin!- la exclamación del omega mayor atrajo toda la atención del alfa, depositando las bolsas en la encimera y abriendo sus brazos para recibir a su pareja.

¡ya basta lee minho!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora