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— Realmente no pensé que este lugar estuviera en tan malas condiciones.

Jeongin miraba todo con la quijada descolocada, atónito ante lo que fue el parque de diversiones hace 3 años atrás. Aún se percibían los restos de las tazas giratorias y trozos de hierro qur fueron alguna vez los coches chocones.

— Aquí dice que está en mantenimiento, quizás solo les darán unas mejorías.

Seungmin soltó una maniática carcajada negando mientras se abrazaba el torso, ganándose unas cuantas miradas curiosas de los que estaban alrededor.

— ¿Se puede saber qué te hace tanta gracia?— la voz irritada de Minho lo hizo calmarse un poco.

Se aclaró la garganta.

— Pues que este maldito lugar esté en mantenimiento justo hoy y justo ahora. ¿Te has dado cuenta de que se han estropeado nuestros planes?

Lee mayor se lo pensó un poco. En realidad, viéndolo desde el ángulo de Seungmin, parecía el fin del mundo, pero si lo veía desde otra perspectiva no todo era absolutamente malo. Si algo se le daba bien a Minho, eso era la improvisación.

— Sé a dónde podemos ir, no todo está arruinado. No seas dramático, Seung. Tanto tiempo con Hyunjin te está afectando.— le dijo, escuchando perfectamente el sonido indignado del contrario.

No se molestaría en girarse a mirarlo, no lo valía. Como tampoco lo hacía estar parados allí observando un lugar que sería transformado en mil y una maravillas.

Aunque de cierto modo dolía dejarlo así, pues ese había sido el lugar donde tuvo con Jisung una de sus tantas citas, como también el lugar donde le robó su primer beso.

— Seguidme, es hora de celebrar este día al estilo Minho.

— Por favor, que no sea muy tu estilo.— gimoteó Hyunjin en voz baja.

— Calla, la pasaremos bien y veréis.

🍰

Al final Minho no mentía cuando dijo que lo pasarían bien. El tiempo había pasado demasiado rápido para ellos. Habían ido a muchos lugares que, de haber seguido el orden y los planes, no hubieran podido recorrerlos todos. Tal vez se debía a la falta de planificación que pudieron recorrer al menos la mayoría de los sitios.

Empezando con un helado en el local que estaba en el centro de la ciudad, pidiendo cada quien su sabor preferido. Claro que los alfas se encargaron de pagar—excepto Jeongin, él tuvo que invitarse a su propio helado—y luego hicieron un improvisado picnic hago la luz del sol, refugiados en la sombra de un árbol, abrazados con la suave brisa de la primavera.

Habían ido al cine, algo tradicional entre ellos siempre. Cuando había una premier, todos se ponían de acuerdo para asistir todos juntos. Luego habían ido a la pista de patinaje donde alfuilaron siete patines y se dispusieron a disfrutar de ese día... Su día.

Y para el final, todos habían ido al muelle, donde descanaron en una pequeña laguna en el parque a sentarse para mirar el atardecer.

Jisung estaba pegado a Minho con sus manos entrelazadas. Felix tenía su cabeza recostada sobre la cabeza de Seo, mientras este le repartía sutiles caricias en sus cabellos y Hyunjin estaba sentado en el regazo de Seungmin, apoyando su cabeza en el pecho contrario.

Minho apartó su mirada de la puesta y miró a su pareja.

— Jisung.— llamó, captando su atención, topándose con esos bonitos ojos que lo traían loco.

— ¿Sí?— preguntó el mencionado, y joder, aún era tentación verlo así, tan tranquilo y a gusto.

Era su tentación.

— Te amo.

Jisung lo miró sorprendido por unos instantes. Sus ojitos brillaron, resplandecientes, haciendo contraste con los matices del atardecer.

— Tomó las mejillas de Minho entre sus manos, atrayéndolo hacia sí, acortando la distancia restante entre ellos, uniendo sus labios en un lento y amoroso beso.

— Feliz San Valentín, Lee Minho.

— Felix San Valentín, Han Jisung.

El primer San Valentín de muchos que compartirían en adelante.

¡ya basta lee minho!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora