081;♡

114 14 0
                                    

— Me duele la cabeza.

— No exageres, Seungmin. No estás haciendo nada.

— ¡Por eso mismo!— bramó.— No tengo nada que hacer.

Changbin suspiró cansado de escuchar las quejas del menor. En primer lugar porque llevaba horas escuchándolo quejarse, y en segundo lugar, porque literalmente lo dejaron solo en compañía de Lee menor.

— Yo propuse algo para hacer, pero nadie quiso tomar mi idea.

Por supuesto, la compañía de Jeongin no contaba.

— Creo que debemos estar de acuerdo en algo.— dijo Changbin.— Tu idea apesta, Innie.

— Además, no confío plenamente en tu criterio.

Jeongin se llevó una mano al pecho, soltando un jadeó sorprendido, mirando indignado a Seungmin, luego a Changbin y nuevamente a Seungmin.

— ¡Hasta la duda ofende!

Seungmin rió levemente, enderezándose en el sofá, sentándose de forma adecuada.

— No lo había notado hasta ahora, por favor, dime algo que no sepa, Yang.

🍰

— Minho, por milésima vez, ¡quédate quieto!

Minho hizo caso omiso de la orden, y es que no podía simplemente quedarse quieto. Se sentía sofocado, acalorado y muy, muy incómodo. ¿Cómo Felix y otros omega en común podían disfrutar de esto? No, la pregunta es: ¿otros como él habrán estado en la misma situación?

— Dios tenga piedad sobre ellos...

Y fue hasta que escuchó el regaño de Felix que se percató de que había pensado en voz alta.

— Lo siento, lo siento.— intentó disculparse vagamente.

— ¡Nada de lo siento! Si quieres ir a la ceremonia como un mendigo, ¡bien! Pero no me busques después para arreglarte a última hora.

Minho ni se inmutó, conociendo lo suficiente a Felix como para saber que esto no era más que otra escena dramática.

— Incluso si lo que dijeras fuera enserio, sé que un día antes de la ceremonia serás tú quien me esté obligando a ponerme algo decente.— observó el pelinegro, donde Felix no tuvo ninguna objeción.

— Vete a la mierda.

Minho se carcajeó ante la respuesta, no porque lo esté insultando, si no porque precisamente algunos hábitos se pegaban.

— Minho, no te rías. Esto es serio.— regañó el menor brevemente.— Si no consigues algo apta ese día, no podrás ir... No recibidas tu certificado, ni tu diploma, y tampoco el reconocimiento que te deben.

El alfa se lo pensó, lo meditó y en varias ocasiones abrió y cerró la boca como pez fuera del agua. Por primera vez, no tenía como refrutarle a Jisung.

— Está bien...

Suspiró y dejó caer sus hombros, que hasta ahora no sabía tenía tensos.

— Pero nada pomposo, ni trajes muy ostentosos.

Jisung saltó en su lugar juntando sus manos, sonriendo ampliamente en su lugar y asintiendo.

— Nada pomposo, nada ostentoso. Hecho.

Felix se acercó nuevamente al contrario para intentar tomar medidas, pero...

— ¿Puedo tomar un descanso primero? Llevo horas aquí parado.

— ¡YA BASTA LEE MINHO!

¡ya basta lee minho!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora