016;♡

594 51 1
                                    

- ¿Tan cruel y largo fue el castigo?¿Qué horas son estas de llegar viejo amargado?

Soltando un bufido solo cerró la puerta tras de sí ignorando el inofensivo comentario, manteniendo su vista al suelo-como si fuera lo más interesante-mientras se sacaba sus zapatos y se deshacía de su campera.

- ¡MINHO!

- ¿¡QUÉ!? MIERDA, ¿¡QUÉ QUIERES!?

Seungmin solo se dedicó a verlo por leves instantes para hacer un pequeño mohín y con una mirada reprochante-sin olvidar los fingidos Aires de ofensas-muy importante.

- De saber que vendrías con esa actitud.- lo miró de arriba a abajo de forma crítica.- Ni me hubiera tomado de interrumpir mi llamada para recibirte.

-...- el pelinegro solo lo miró con duda.

- ¿Tan siquiera escuchaste algo de lo que te dije?

- ¿Llamada?¿Quién te hablaba?

Seungmin solo lo miró perplejo con sus ojos en blanco, quedándose rígido en su lugar mientras apretaba los puños. No podía decirle de quién se trataba porque podían suceder las siguientes cosas: se burlaría de él o como todo un hermano mayor-entrometido- investigaría más a fondo para idear un plan.

- Eh... ¿un amigo?- esa afirmativa sonó más a una duda, demasiado obvia ante el astuto de Minho.

- ¿Ah sí?- preguntó el contrario olvidando su malhumor para acercarse con pasos tranquilos a su hermano con una sonrisa pícara en el rostro.- ¿Qué amigo?

Eso fue como una advertencia para Seungmin. Ese tonito, aterciopelado y gentil, le daba un mal presentimiento al alfa menor.

«¡Corre Seungmin!» una voz interna le gritó con desesperación, reconociendo al instante que se trataba de su lobo.

- Un amigo, y si me disculpas...- viró sus ojos hacia atrás para ver el camino despejado.- Me tengo que ir...- pensó por unos segundos una excusa.- ¡A estudiar!- sonrió de forma inocente, gesto que no iba en lo absoluto con su mirada cargada de nervios.

- Estudiar...- murmuró el pelinegro con extrañeza. Que él recordaba el menor le había aclarado que no tenía deberes.- Espera ahí.

- No, enserio, Minho. Déjame ir a realizar mis deberes. Todos son para mañana y ni siquiera empecé.- repuso el pelirrojo, internamente el menor estaba impresionado por tener tan tranquilidad al decir esa mentira descarada, pero era por su bien y el de Minho.

- Y según tú, ¿qué deberes?

Bien, eso no se lo esperaba.

- Porque hasta donde sé.- prosiguió.- Yo te supervisé el día que estaba hasta el tope de tareas, y lo terminamos esa misma noche.

- Sí, pero Minho ya...

- ¿Quién es el omega?

Eso tampoco se lo esperaba.

- Yo...- el alfa menor nos sabía cómo escaparse de esa.- ¡BOMBA DE HARINA!

- ¡MALDITO MOCOSO DE ESTA NO TE ME ESCAPAS!

Y Lee menor hizo lo más sensato, lo que cualquier persona madura y civilizada hubiera hecho.

- ¡A VER SI ME AGARRAS PIERNAS DE POLLO!

Correr sin mirar atrás, correr hasta que sus piernas no pudieran más... subiendo escaleras arriba con un furibundo Minho pisándole los talones.

¡ya basta lee minho!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora