056;♡

158 16 0
                                    

Irónico, ¿porqué no se sorprendía? Ni él mismo lo sabía, se suponía que debía reaccionar, pero no sabía exactamente cómo.

¿Debería comportarse como la hermana dramática e impulsiva del protagonista de las teleseries? Probablemente. O quizá como la madre celópata. O como el típico padre estricto y protector con su niña, su muñequita, su princesa, su hija.

Pero era Lee Minho. Él no era hermana entrometida, ni madre celópata, ni padre sobreprotector con su hijo. Primero: él no era chica, segundo: él no era celópata-en su mayoría- y tercero: él no tenía una hija. Aunque de todas formas, no tenía edad suficiente para plantearse esos pensamientos en plena etapa de metamorfosis, aparte de que se trataba de su hermano, Lee Seungmin, que no estaba cerca de ser una flor delicada, ni mucho menos de ser una frágil pieza de porcelana.

Claro que no.

- Felicidades.- respondió vagamente para retomar su labor anterior, antes de la inesperada interrupción de Lee menor.

Ante todo esto, Seungmin solo boqueó como un pececito y lo siguió con ojos calculadores hasta la sala, atento al mínimo movimiento del pelinegro, mirándolo fijamente, intenso y prevaleciente. Pero Minho comenzaba a irritarse y lo supo al escuchar su resoplido.

- ¿Se te ofrece algo, Seungmin?

El nombrado se balanceó sobre sus pies, de atrás a adelante, mirando a un punto fijo en el suelo.

- ¿No dirás nada más?

- ¿Porqué lo preguntas?- Minho detuvo todo acto abruptamente, girándose sobre sus talones para mirar incrédulo al pelirrojo.

- Pues no sé, se me hizo raro que no hicieras algún gesto o hubieras comentando algo pervertido.

- ¿Qué puedo decir de algo que era obvio?- levantó las comisuras de sus labios en una mueca, que casi parecía una sonrisa presuntuosa.

- Pues no sé, algo típico.- respondió gesticulando con sus manos, algo impreciso, algo incoherente.- Ya sabes, algo muy tú.

- ¿Algo muy yo?- si Seungmin quería hacerse entender no lo consiguió. Al contrario de lo que buscaba, resultó que lo dejó más confundido, perdido, extrañado.- ¿Estás hablando en coreano o en otro idioma? Porque déjame decirte que no te entiendo ni una sola palabra. ¿Tan coladito estás por la jirafa de 8 metros?

- Tú también eres alto.

Un resoplido escandaloso no se hizo esperar por Minho.

- ¿Quieres que te diga mi opinión sobre lo que sea que tengas con Minnie, o seguiremos hablando de cosas irrelevantes?

- No, no, por favor, prosigue.

Carraspeó, tomándose un tiempo para formular una oración más precisa y delicada, aunque conociéndose a sí mismo estaba casi seguro de que la cagarla con un extravagante y estrafalario vocabulario.

- Bien, pienso que mientras tú estés feliz y seguro con tu decisión, no hay razones para yo intervenir en el inicio de una relación.- estaba sorprendido de su propia labia, hablando con cordialidad y seriedad, casi saboreando el buen servir.

- Oh, hyung, eso es...

- Eso sí, al momento de follar hasta el cansancio, hasta el borde del delirio, avisen para insonorizar mi habitación o por lo menor buscar hospedaje con anticipación.

Demasiado bueno para ser verdad.

- ¡YA BASTA LEE MINHO!

¡ya basta lee minho!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora