047;♡

171 18 0
                                    

- ¿Y cómo harás mañana? Te recuerdo que es el día de la tesis de grado final, tomarán en cuenta nuestro nivel de competencia y cuánto retenemos en nuestra memoria, y hasta donde sé, no te he visto a tí abrir ni un solo libro.

Se encogió en su sitio, cohibido y descubierto. No tenía pretextos ni excusas que incubrieran su ausencia en cuanto a sus deberes, sabía que era un acto irresponsable. Claro que lo sabía, sabía que estas últimas semanas había estado comportándose como un completo cursi soñador, con expectativas y aspiraciones realmente grandes, pero cómo detestaba que se lo echaran en cara, lo aborrecía e irritaba, y no solo eso, también porque ninguno de ellos ha tenido un deje de condescendiencia con él.

- Yo...

- Tú nada, Minho.- cortó con insistencia el omega mayor.- Mira, entendemos que Jisung te tenga detrás de él como un perrito faldero.- Minho frunció las cejas ante tal referencia y comparación.- Pero deja de pensar en Jisung, deja de idealizarte cosas que no estás seguro de que puedan pasar. Tómate un momento, saca tus apuntes y repasa lo necesario, esta tesis es muy importante y lo sabes.- reprochó.- está es la que determinará si estás capacitado para titularte como un especialista en administración y finanzas.

- Sí, mami Lix.- espetó con una mirada socarrona.- Te lo he dicho, estoy suficientemente preparado para ir y cumplir con mis deberes, no por nada tengo la fama que tengo, para mí no hay nada imposible.- sonrió con autosuficiencia, tomando el jugo entre sus largos y delgados dedos, sorbiendo una mínima cantidad, degustando.- Admito que sí, estuve por un tiempo descuidando mis deberes y la escuela, pero no hay nada que unos días y noches en velo no resuelvan.

- ¿Crees que esto es un juego, Minho? ¡Joder, estoy hablando en serio! Es un tema delicado, tenemos unas cuántas semanas, SEMANAS.

Chasqueó la lengua mientras se desparramada en el sofá, hundiéndose un poco en esta, y tal vez con suerte conseguir desaparecer entre el relleno del sofá café con un leve estampado floral en los bordes, imperceptible, pero que daba un toque casual a toda la decoración de su hogar en tonalidades suaves y neutras que a pesar de no ser extravagantes poseían su encanto.

- Si tanto te preocupa, a partir de ahora me dedicaré un tiempo para repasar lo necesario.- decretó mientras con resignación se levantaba y arrastraba sus pies con pereza, dirigiéndose exclusivamente a la puerta de la entrada.- No entiendo cómo te autoinvitaste a mí casa, pero.- abrió la puerta sin escrúpulos, mirando como el sol ascendía por el rojizo cielo, indicador de que pronto oscurecería.- la hora de las visitas se acabó

Felix, con aire indignado, se levantó de un salto, llevándose inmediatamente una mano al pecho, haciendo una mueca de sorpresa.

- ¿Me estás echando, Lee?

- En realidad, te estoy pidiendo de forma indirecta que desalojos mi morada. El sol se oculta y ya es tarde, a parte de que yo en ningún momento te invité a mi casa.

-...

- ¿Adiós?

- No será la última vez que me verás, Lee.- avisó avanzando a pasos relajados a la puerta, con un caminar excepcional y elegante.- Volveré.

- Ya veremos.

- ¡YA BASTA LEE MINHO!

Una vez Lee Felix cruzó el umbral de la puerta, Minho cerró de un solo movimiento, sintiéndose liberado momentáneamente.

No tenía nada en contra de su amigo, pero Felix era realmente pesado cuando se lo proponía.

¡ya basta lee minho!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora