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Jisung estaba tranquilamente sentado en las gradas del campus, ligeramente encorvado, con su mentón apoyado en su mano mientras su codo se posaba en su muslo derecho, aparentemente aburrido, pero en realidad se encontraba sumido en sus propios pensamientos, repasando una y otra vez la sorpresa que el alfa le había dado.

Gracioso y adorable.

A veces sin siquiera pensarlo dos veces se preguntaba: ¿cómo había terminado así? Siento cortejado, a gusto con el alfa y sus acciones para sorprenderlo, sintiendo un revoloteo de sensaciones cálidas impregnandose a flor de piel y su omega en plan de reconocimiento de alfa-acontecimiento ya realizado-. Suspiró mientras sacudía mecánicamente su cabeza para despejar nuevamente esos pensamientos.

- ¿Jisung?- el nombrado levantó la mirada con desdén, reconocería esa voz por donde fuera.

- El bermejo te quedaba mejor, Lee.- comentó, sonriendo con disimulo al escuchar jugar a este, observando, sin pudor alguno, como Minho se sentaba a su lado, apoyando su espalda en el filo de la grada.

- No me gustaba ese color en mí.- comentó con voz cantarina.- Pero se vería muy bonito en tí.

- Idiota...

- Ey, ey, ey, ¿y ese vocabulario?- se cruzó de brazos, mirándolo represivo, transmitiendo a través de sus orbes negro abismo. El reproche y la diversión, pero con dominio la primera.- ¿Quién ha sido el mal ejemplo para enseñarte tales blasfemias?- enarcó una cena al ver como el menor reía bajo y viraba sus ojos, ocasionando que su lobo gruñera aprobatorio, lo que más le gustaba tanto a Minho como al alfa era la risa indispensable, única e imprescindible de Jisung.

- ¿De qué hablas? Yo solito las aprendí todas...- soltó una estridente y poco discreta carcajada, mirando la cara del alfa, ojos en blanco y quijada descolocado, en un estado aparente de shock.- Honnie, quita esa cara de perro degollado, lo dije, conozco todas y cada una de ellas, desde la más sutil hasta la más ofensiva.

- ¿Por qué...?

- Porque quiero y puedo.- sonrió con sorna, mientras se acomodaba en su lugar, tomando una mejor postura.

- ¿Porqué eres así?- Jisung frunció el ceño con incredulidad, aguardando el final de la oración.- ¡Me dará un paro cardíaco! ¡Eres malditamente tierno y achuchable!

Bueno, Jisung no pudo más que boquear como pez en el agua, sin palabras, es decir, no se lo esperaba.

- ¡EH, JISUNG!

Abochornado y sus mejillas rojas en una tonalidad escarlata, miró con inseguridad hacia el campo.

No puede ser...

"Desde el primer día en que te ví,
Llamaste mi atención
Me llenaste de sonrisas y por tí
Perdí la razón.

Una vez subí al cielo,
Y me confesé con un santo,
Y de pertinencia me dijo,
Que no te quisiera tanto.

Soñé que me besabas,
Soñé que me querías,
Y me caí de la cama,
Por soñar tonterías.

- De un alfa loco por amor.

Para el omega más codiciado entre los estudiantes, intangible, inalcanzable, imposible de conquistar.

-L.M."

Su corazón retumbaba en sus tímpanos, tan potente, acelerado, emocionado que tenía salir saltando de su pecho a los brazos de Minho. La pancarta era sumamente encantadora.

Realmente la insistencia y persistencia de Lee Minho era sorprendente.

- ¡Ey, se suponía que la última no sería colocada!- escuchó vociferar al pelinegro, quién estaba como un resorte de pie.

- ¡Seungmin dijo que así sería más cursi!- ¿Esa voz no era la de Woojin? ¿También estaba involucrado? Negó, por supuesto. Eso explicaría su presencia en el salón de arte unos días atrás.

- ¡RATA DE DOS PATAS!- exclamó en un grito gutural.- ¿¡AHORA ERES POETA!? ¡SE SUPONE QUE ME APOYES EN ESTO, NO QUE INICIES UN SABOTAJE!

- Así es más cursi y romántico, me lo agradecerás algún día.

- ¡NUNCA!

- ¡YA BASTA LEE MINHO!

Y que media universidad presenciara todo el acto y luego lo mandaría a callar de forma directa lo hacía tan... romántico, tal y como aclaró el pelirrojo momentos atrás, sin olvidar el toque humorístico que siempre le otorgaba Minho.

- Solo tú, Minho, solo tú...

¡ya basta lee minho!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora