¡ya basta lee minho!

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Escalofríos, adrenalina, excitación y malicia. Los términos ideales para determinar las sensaciones que experimentan todos y cada uno de los jóvenes alfas y omegas que se hayan escabuyendo en lugar irreconocibles pero a la vez fascinantes que ni ellos mismos tenían la menor idea de cómo expresar con palabras el sentimiento palpable y evidente capaces de ser percibidos hasta en sus feromonas. Pero no precisamente todos lo pasaban bien al tener todas esas sensaciones caladas en cada fibra nerviosa de su cuerpo, sumergido en lo más profundo de sus seres. Aferrados a sus huesos, yendo más allá de lo que se podía tocar.

- ¿Woo?- la voz insegura y temblorosa de Chan sonó como un banal susurro que dadas las circunstancias en las que estaba no era muy inteligente demostrar cuan vulnerable se encontraba.

Así que al no obtener respuesta alguno optó por encontrar un lugar seguro, y claro, más habitable, aunque prefería mejor toparse con la salida casi de inmediato para salir bien librado de allí.

Pero no todo salía como uno planeaba.

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Con el resto era una situación muy distinta en comparación con la de Chan y su evidente ataque de histeria. Hyunjin, Jeongin y Seungmin iban en conjunto para otorgarse más apoyo y protección ante alguna amenazaba que les atravesara.

- ¿A d-dónde va-vamos?- la voz del único omega salió en un clandestino murmullo, su frente cubierta por una fina capa perlada de sudor y los nervios a flor de piel.

- A un lugar donde los profesores no nos encuentren y donde viviremos como ermitaños el resto de nuestras vidas, sustentados únicamente con los bichos e insectos que encontremos.- respondió calmadamente el castaño con notable tranquilidad que Hyunjin empezó a cuestionar el por qué de la respuesta tan simple y natural, tomando el tema a la ligera, como si fuese una charla sobre el clima, algo diaria y circunstancial.

Por otro lado el pelirrojo no estaba muy satisfecho con su respuesta, frunciendo su ceño sutilmente, pero denotando en su mayor esplendor descontento. Soltó un gruñido ante el infantil comentario que únicamente había alterado más al pobre omega, siendo aturdido estúpidamente por el aroma de Hyunjin que transmitía lo nervioso que estaba.

- No le hagas caso, Hyunjin. No lo conoces, está chiflado, ¿no?- Seungmin miró cálidamente al mayor, transmitiendo muchas cosas con una simple mirada. Para su suerte, Hwang lo captó enseguida.

- Sí...- habló.- Pero aún así, tiende a ser muy convincente.- sonrió amenamente.- ¿Te habré mencionado en una de nuestras salidas que Jeongin tiene material de actor?

Seungmin rió ante la pregunta, no. No en realidad, pero sin embargo lo veía venir.

- La verdad es que no, pero gracias por comentarmelo.

- ¡Hey, los estoy escuchando! ¿Saben?

Ambos soltando risitas poco discretas se miraron de forma cómplice.

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- Estamos perdidos, ¿verdad?

Minho miró a ambos lados de los pilares de mármol blanco ya desgastado, deleitando su vista con la antigüedad de la madera que si no estaba equivocado formaba una estantería donde pocos y polvorientos libros se encontraban colocados.

- ¿Me creerías si te dijera que no... Jisunggie?