027;♡

326 29 0
                                    

- ¡QUIETO!

Seungmin mantenía un porte serio con su brazo derecho extendido, sus ojos manteniéndose firmes e impotentes, exigiendo con su mirada que su alimento esencial-robado en pocas palabras-fuese regresado de su prestado sin consentimiento.

- Dámelo, Jeongin.

El mencionado lo miró suspicaz, entrecerrando sus ojitos revelando desconfianza y sospecha genuina ante su obstáculo, porque sí. En estos momentos para el castaño el pelirrojo no era más que un obstáculo en sus planes para lograr su terminante objetivo.

Minho, Jisung y Hyunjin presenciaban todo espectantes, sumidos en el mutismo. Sus miradas pasándose de vez en cuando en cada uno de los alfas, observando y especulando quién iba a ceder y redimirse a tirar la toalla.

Pero nadie parecía decidido a ceder o conceder el derecho al otro. Todo lo contrario, las miradas chispeantes y retadoras aumentaban su intensidad reafirmando una vez más-desechando todo rastro de ideas de los presentes- que nadie saldría en buenos términos de ese lugar carente de armonía, donde en un dos por tres cambió a tensión absoluta, donde se veía a leguas como Seungmin se resistía para no lanzarse sobre el castaño de bonita sonrisa y arrancarle su bocadillo, que aunque sonará sumamente ridículo le pertenecía por derecho legal.

Y cuando se habla de legal, se basa en referencia a que simplemente: él lo pidió primero. E incluso añadiendo el pago con su poder monetario-añadiendob el pago con su poder monetario-forma más relativamente exagerada de decirle al dinero-para obtener ciertos intereses extras en el platillo.

Él sólo quería darse un gusto...¿acaso era mucho pedir?

- Sí, eso es... tráelo, lentamen...¡MALDITO ZORRO!

Jeongin quien alejaba lentamente la última porción de gamba, mirando fijamente al alfa pelirrojo con sus ojitos cerrados, dando la leve impresión de ceder ante la petición, al final simplemente se la llevó a la boca masticando con rapidez.

Recibiendo enseguida a un ofuscado menor, quién no se resistió a sus instintos vengativos y se le había arrojado encima para darle su merecido.

- ¡SEUNGMIN!

- ¡MUÉRETE DESGRACIADO!

- ¡NO, ESPERA!

Hyunjin se encogió un poco en su lugar al notar las miradas que ls otras mesas les dirigían. Minho apoyó su codo en la superficie de la mesa, recargando su rostro en su palma mirando de forma cansina al dúo yaciente en discusión.

Jisung apretó sus labios en una fina línea, cerrando sus ojos intentando serenarse-aunque era más el impulso de partirles la madre-llevando mecánicamente sus dos dedos al puente de su perfilada nariz propinando un ligero masaje, distrayendo momentáneamente su cabeza.

- ¡YO PENSÉ QUE NO TE LO IBAS A COMER!

- ¡CLARO QUE LO SABÍAS!¡ERES UN MALDITO TRAGÓN!

- ¡OYE, REPÍTELO SI TIENES AGALLAS!

- Maldito...¡TRAGÓN!

Jeongin iba a protestar en contra del menor de los Lee, pero un golpe seco detuvo las acciones de ambos.

- ¡¿QUIERES CALLARSE DE UNA PUTA VEZ?!

Jisung estaba harto.

- Nosotros...- dijeron ambos alfas en sincronía.

- ¡PARECEN UN PAR DE CRÍOS PELEANDO POR ALGO INSIGNIFICANTE!

- Él em-empezó...

- ¡ME IMPORTA UN RÁBANO QUIÉN EMPEZÓ!

Nuevamente ambos chicos callaron ante el paulatino regañó del peliazul quien los miraba filosamente con su ceño fruncido, manteniendo sus manos impactadas en la mesa, que con anterioridad había detenido la pelea con una estampada.

Minho solo los miró con una sonrisa divertida, la situación se le hacía entretenida y graciosa. Pero, debía intervenir o esos dos se harían en sus pantalones.

- Jisung.- llamó, captando la atención del nombrado.- Te ves lindo cuando te enojas, ¿lo sabías?- continuó como si nada, dejando consternado al omega menor, quien titubeó un poco antes de que sus mejillas se tornaran en un lindo carmín.

Iba a hablar, pero su fiel amigo Hwang saltó al rescate.

- ¡YA BASTA LEE MINHO!

¡ya basta lee minho!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora