48. La chica de cabello cobrizo.
— ¿Porque tengo que escuchar esto?
— Porque eres mi hermana mayor. Y porque esto es privado.
— Y aún así sigue sin quitarle lo incómodo.
Dejo caer mis manos a mis costados y mi hermana detiene el carrito de las compras para tomar un producto del estante a su izquierda.
Faltaban solo dos días para mi cumpleaños y mi hermana había sugerido que tuviéramos todo lo necesario para el día, así que mientras papá limpiaba el patio trasero me trajo con ella para hacer las compras. También había aprovechado el tiempo con ella ya que en unas horas llegaría Sebastián y sabría que no tendría otra oportunidad para hablar en privado con ella.
Antes de que ponga en marcha el carrito corro para ponerme frente a este y descansar en el mis manos llevándome la total atención de mi hermana.
— Aunque Ben no lo dice sé que esto no le agrada.
— ¿Y entonces te preocupa que tu relación con Ben termine solo porque te asusta tener sexo con él?
— Sí.
Mi hermana se golpea ligeramente la frente y le da un pequeño empujón al carrito a lo que me hago a un lado y comienzo a caminar junto a este.
— Y-y no es sólo eso, Vanne, ¿Que tal si esta es la nueva yo? ¿Si yo...
— Oye, — volvemos a detenernos y los ojos de mi hermana van hacia mí — tranquiliza.
Frunzo los labios mientras bajo por unos segundos la mirada a mis pies y luego vuelvo a llevarlos hacia mi hermana.
— Desde hace tiempo ya no me siento yo misma, he dejado de hacer muchas cosas que antes me gustaban, la forma en la que me trataba con las personas y yo... — me remalo los labios mientras veo el rostro de mi hermana demostrar preocupación y continúo — no puedo recordar nada antes del accidente, no puedo recordar mis vacaciones, las fiestas a las que fui, la gente que llegue a conocer, no recuerdo nada. Ni siquiera porque fue que mi papá conducía a esa hora y yo lo acompañaba.
— ¿Y entonces porque recordaste que yo estoy embarazada?
— ¿Qué? — veo a Vanessa fruncir ligeramente el ceño y yo le miro esperando a que diga algo.
— ¿No... Recuerdas lo que...? ¿Si recuerdas cuando estuviste en el hospital, verdad?
— Solo, algunos fragmentos, nada más.
Los ojos de mi hermana se abren ligeramente y casi enseguida cambia su expresión y me dedicaré una tranquliadora sonrisa.
— Oye, me alegra que me hayas contado todo esto, en verdad, yo no tenía idea de que aún llevarás una lucha interior. Y siempre voy a estar dispuesta a ayudarte. — su mano va hacia mí hombro y le da un ligero apretón y no puedo evitar sonreír — no dejes que todo esto te abrume, y estoy segura de que si hablas con Ben sobre esto lo entenderá perfectamente.
Asiento repetidas veces y mi hermana me sonríe ligeramente.
Continuamos con las compras y después vamos a casa. En el camino en auto Vanessa ha encendido la radio y suena una canción alegre, aunque desconozco al artista. Mientras golpeó mi muslo con mis dedos al ritmo de la música siento mi celular vibrar en el bolsillo de mi sudadera y dejó de prestar atención a la melodía para sacarlo.
Al encenderlo me percato que es una notificación de mensaje y desbloqueo mi celular para ver de quién se trata.
No puedo esperar para poder ver a mi prima favorita.
Louis
Sonrío inconscientemente y la voz de mi hermana anunciando que hemos llegado me hace apartar la mirada del dispositivo.
Veo como mi hermana dirigir el auto hacia la cochera de nuestra casa y mi mirada va hacia el pórtico de la casa de la derecha. Ahí, en una banca de columpio con un libro entre sus manos.
— Mira, ¿Ella no es Amy? — cuestiona Vanessa con curiosidad y sorpresa.
— Sí, es... — cuando siento el auto detenerse bajo sin esperar a más y comienzo a caminar con dirección hacia la chica de cabello cobrizo.
Cuando llego a los escalones para subir al portico me detengo y continúo mirando a la chica que parece aún no notarme.
— Amy.
La joven levanta la mirada y sus ojos marrones me miran a través de los anteojos que lleva puestos. El libro se le cae torpemente de las manos y rápidamente se pone de pie para mirar de este a mi.
— _________.
No puedo evitar sonreír ampliamente y la chica me devuelve el gesto. Sin esperar más corro hacia ella y me recibe en un fuerte abrazo. Nos mantenemos así por un largo rato y cuando creo que es suficiente nos separamos.
— En verdad eres tú, Dios, la última vez que te ví tenías 14 años — suelto mientras siento como la chica sujeta mis manos con firmeza y no me molestó en ocultar el entusiasmo — no sabes cuánto te extrañe.
— También te extrañe mucho, vieja amiga.
Antes de que pueda decir más escuchamos la puerta principal abrirse y rápidamente Amy suelta mis manos. Vemos asomarse a una mujer de complexión delgada y cabello azabache recogido en un moño desordenado.
— Hola _________.
— Buenas tardes Señora Marsh.
La mujer me mira de arriba hacia abajo y vuelvo unos segundos mi mirada hacia Amy quién se encuentra cabizbaja.
— Oye, en dos días será mi cumpleaños — murmuro a la joven quien vuelve a levantar la mirada hacia mi — así que, haré una pequeña reunión en mi casa, espero que puedas ir.
— Ahí estaremos linda.
Ambas volvemos la mirada hacia la puerta donde vemos a la mujer recargada sobre el marco de la puerta mirándonos con una clara sonrisa falsa.
— Lo siento señora, pero la reunión solo será entre amigos — le devuelvo de igual manera el gesto a lo que la mujer me mira con seriedad.
— Un gusto verte ___________.
— Igualmente señora Marsh.
La mencionada da media vuelta y se adentra a la casa cerrando con fuerza la puerta.
Vuelvo la mirada hacia la chica y vuelvo a sujetar sus manos.
— En verdad espero que puedas ir, y no aceptaré un no por respuesta.
— Nos vemos entonces — responde la chica haciéndome sonreír y volvemos a abrazarnos.
— Me alegra que hayas vuelto Amy.
— A mí también amiga, a mí también.
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Holaaa linduras!!
Hoy tenemos un capítulo un poquito más interesante, donde les presento a Amy.
¿Quieren conocer la historia de esta chica y su relación con rayis?
Pronto conoceremos a más personas.
Las tqm linduras ❤️
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Cita De Juegos [Ben Hardy Y Tú] I & II COMPLETA ✔️
Fanfiction______ y Ben han sido mejores amigos desde siempre, pero el cariño que ella siente por el va cambiando con el pasar de los años. El temor a que él la rechacé y su amistad pueda acabar la lleva a reprimir sus sentimientos y conformarse con estar cerc...