Cita De Juegos [Ben Hardy Y Tú] I & II COMPLETA ✔️

Capítulo 10

10. De mal en peor.

— ¿Y que tal su trabajo en parejas?

Los ojos del rubio van hacia mi y me da una pequeña sonrisa.

— Bien, el profesor nos felicito.

Le devuelvo la sonrisa y entonces el rostro del rubio cambia de repente. Lo veo removerse sobre su asiento y comenzar a jugar con sus dedos mientras mantiene la mirada sobre estos.

— Y... ¿Qué tal tu cita con Gwil?

Me muerdo la lengua para no reírme y cuando levanta la vista hacia mi pongo mi mejor cara de chica enamorada.

— Estuvo bien, Gwil fue muy lindo — recargo mi barbilla sobre mi palma y suelto un suspiro desviando la mirada.

Por el rabillo del ojo veo al rubio tensar su mandíbula y entonces lo escuchó hablar.

— No sabía que ustedes estaban saliendo en otro plan. Nunca me lo había dicho — dirijo la mirada hacia Ben y este se recarga sobre la barra de la cocina quedando frente a frente conmigo.

Le retengo la mirada y comienzo a buscar las palabras correctas para que no sospeche nada.

— Decidimos que lo haríamos en secreto, para no incomodar a nadie por si las cosas no funcionaban.

El rubio abre con ligereza sus hermosos ojos verdes y las preguntas continúan.

— ¿Y entonces, ahora va enserio?

— Eso espero — suelto una risita nerviosa y veo al rubio cambiar su rostro a uno aún más serio.

El silencio se apodera de nosotros y Ben es quien decide volver a romperlo.

— ¿Aún vas a acompañarme a fiesta de Logan? ¿Oh tengo que conseguir a alguien más para que me acompañe? — la frialdad de sus palabras me sorprende y me hace abrir los ojos con sorpresa.

— ¿Me estás desinvitando Ben? — mi pecho se aprieta y el rubio se mantiene neutro mientras se encoge de hombros.

— Digo, si estás saliendo con Gwil, no creo que le guste que vayas como mi acompañante.

El dolor y la tristeza me invaden y lo que puedo hacer es ponerme de pie y dejar que esas emociones hablen por mí.

— No, lo que tú querías era que fuera Clare la que te acompañará — mi mejor amigo se tensa ante la mención de su ex, pero aún así continúo — y como terminaste con ella me dijiste a mi. Pero sabes Ben, tienes razón, no creo que a Gwil le guste que vaya contigo.

— _______

Doy media vuelta dejando al rubio atrás, llamándome. Puedo sentir sus pasos seguirme pero cuando está por alcanzarme ya he salido de su casa con dirección a la mía.

[...]

— ¿Entonces ya no irás?

Las lágrimas no paran de salir de mis ojos mientras sorbo de mi nariz. Mi hermana me acaricia el brazo con delicadeza mientras espera a que responda su pregunta.

— No, oh no lo sé. Gaste dinero en el vestido, compre productos para maquillarme ese día, y ahora...

Un sollozo abandona mis labios y me paso los dedos por las mejillas.

— Tranquila hermanita.

Escuchamos un par de golpes en la puerta seguido de la voz de nuestro padre.

— ¿Puedo pasar?

Me apartó rápidamente de mi hermana y me seco con rapidez el rostro.

— Claro.

Mi padre de adentra a la habitación y nos da una cálida sonrisa. Se acerca hasta nosotras y se detiene frente a la cama.

— Mis niñas ya crecieron, — Vanne y yo le damos una pequeña sonrisa y mi padre nos mira con nostalgia — donde sea que esté su madre sé que las está viendo, y está muy orgullosa de en lo que se han convertido sus pequeñas.

Nos ponemos de pie sobre la cama y nos acercamos para hacer un abrazo grupal con nuestro padre.

— Las amo hijas.

— Y nosotras a ti papá — respondimos al unisono mi hermana y yo y segundos después nos apartamos de nuestro padre.

— Bien, — habla en un susurro — ¿Pedimos una pizza y vemos una película?

— ¡Sí! ¡Quiero pizza! — Vanne grita como niña pequeña y mi padre y yo reímos.

— De acuerdo, iré a pedir la pizza mientras ustedes bajan.

Vemos a papá salir de la habitación y dejarnos nuevamente solas.

— ¿Cuando piensas decírselo?

— Cuando Sebastián venga, en dos semanas.

Alzó ambas cejas con asombro ante la sorpresa de que finalmente podremos conocer al chico que enamoró perdidamente a mi hermana y con el cual lleva cinco años de relación. Los mismos años que se fue lejos de casa para continuar con sus estudios de la universidad.

— Ya ansió conocerlo.

Mi hermana me da una amplia sonrisa y le devuelvo el gesto con pesar. Me gustaría tener ese tipo de momentos, tener un lindo novio que me ame con cada parte de su ser, que no necesite nada para darse cuenta de que soy lo que busco.

Ahh, ¡Te odio Benjamin!

Y lo peor de todo es que me miento al decir que te odio, porque no lo hago, no puedo odiarte. Porque no has hecho  nada para que te odié, ya que la persona culpable de que yo esté sufriendo soy yo misma y nadie más.