Capítulo 26

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26. Luchar o huir.

Ben

— ¿Estás seguro bien?

Dirijo mi mirada hacia el castaño claro y asiento repetidas veces.

— ¿De verdad?

— Sí Gwil.

— ¿Seguro? Porque después...

— ¡Sí! Gwilym, estoy seguro — le interrumpo en un tono un poco brusco.

El ojiazul parpadea un par de veces y yo trato de mantenerme en calma.

Le había contado todo lo sucedido con _________ anoche, cada palabra y cada beso.

Dios, como extrañaba sus labios.

El recuerdo de mis labios moviéndose sobre los suyos hace que inconscientemente atrapé entre mis dientes mi labio inferior y cuando miro al frente me encuentro con la mirada de mi amigo que parece confusa.

Libero mi labio para fruncir ligeramente el ceño y me afinó la garganta.

— Vale, voy a ayudarte en todo lo que pueda, pero solo te pediré una sola cosa.

— ¿Qué?

El castaño claro se relame los labios y me mira con seriedad.

— Que si nada de lo que haces funciona, vas a dejarla seguir.

¿Qué? ¡No!

Yo quiero que ella esté conmigo, no, no quiero ni siquiera pensar en la idea de que esto no vaya a funcionar y ella termine con alguien más. Eso... No, no voy a permitirlo.

Estás siendo egoísta Benjamín.

Lo sé conciencia, lo sé.

Mantengo mi mirada sobre Gwilym mientras sus palabras continúan resonando en mi cabeza y asiento ligeramente.

Gwil me devuelve el gesto y me palmea un par de veces la espada.

— Okay, ¿Qué hará primero?

— Tenía pensado...

[...]

— Gracias — la mujer del otro lado del mostrador me da una afable sonrisa y le devuelvo el gesto mientras doy media vuelta para salir de la tienda.

Salgo del lugar para dirigirme hacia mi última parada y cuando estoy a punto de entrar al lugar me detengo al ver al rubio teñido salir de ahí. Ambos nos detenemos en la puerta, uno frente al otro. Y aunque pienso que aquello es incómodo no se siente como tal, yo mantengo mi mirada sobre Evan y el hace lo mismo, entonces finalmente habla.

— Ben.

— Hola, Evan.

— ¿Sabes? Pensé que nunca diría esto, pero me alegro de verte.

— ¿Ah sí? — arqueo ambas cejas y el chico asiente — ¿Y a que se debe eso?

El rubio suelta una risita y se pasa una mano por el cabello.

— ¿Podemos hablar?

Tomo asiento en la mesa y veo al chico hace lo mismo en la silla del frente.

Después de haberlo pensado durante unos largos segundos, y también o notado que esto sería una conversación tranquila decidí acceder, y tal vez, podríamos resolver todo este conflicto.

Dejó las bolsas a un lado de mí y me pongo cómodo mientras la mujer termina de anotar nuestro pedido. Una vez que da media vuelta dirijo la mirada hacia Evan y este se inclina un poco sobre la mesa. Entonces entiendo que debo ser yo el primero en hablar.

— Yo... Siento haberte tratado mal, y también siento el haberte golpeado — me cuesta decir las palabras pero aún así

El rubio sonríe ligeramente y asiente.

— ¡Vaya! Benjamín Jones se ha disculpado conmigo — frunzo el ceño mientras el chico se lleva una mano al rostro y suelta una cuantas risitas.

— Por una vez en tu vida, pórtate serio Thomas.

El chico deja de reír y sus ojos van hacia mí.

— Sabes que no me gusta que me llamen por mi segundo nombre.

— Y tu sabes que no me gusta que se rían cuando estoy tratando de ser serio.

Nos damos una mirada retadora y después suspiro ruidosamente.

— Vale, me pondré serio. Solo porque alguna vez te llamé mejor amigo.

Asiento ligeramente y el chico pone su semblante serio.

— Bien, lamento haberte golpeado también. Y lamento todo lo que pasó con _________. Ella siempre te ha querido a ti y nunca podré contra eso, si no pude hacerla quererme en secundaria mucho menos ahora.

— Y yo la quiero, mucho. Y voy a luchar para que vuelva a estar a mi lado.

Evan me da una pequeña sonrisa y baja la mirada hacia la mesa.

— Creo que así está destinado a ser, ¿No? Tu y ella, no ella y yo — Evan levanta la mirada y puedo notar un poco de tristeza en sus ojos — creo que siempre lo supe, y debo admitir que me molestaba, porque eras mi mejor amigo y no notabas cuan enamorada ha estado de ti desde entonces, y yo siempre espere a que algún día pudiera mirarme de la misma manera en que te miraba a ti.

Las palabras del chico me Román por sorpresa y parpadeó un par de veces.

Yo sabía que habían muchas cosas que no había notado, pero esperaba no ser el único. Y entonces ahora es cuando me doy cuenta de que soy el único que no sabía nada de nada.

— ¿Entonces por ello termino nuestra amistad?

El rubio alza ambas cejas y asiente con lentitud.

— Estaba celoso de ti, Jones — admite en un tono bajo mientras sus manos se mantienen sobre la mesa — estaba tan molesto de que aunque tú la ignorabas ella te quería a ti, porque, Dios, yo quería ser tú — el chico vuelve a desviar la mirada y cierra con fuerza los ojos.

El silencio nos envuelve por unos segundos mientras que Evan intenta controlar sus emociones. Mentiría si dijera que yo tampoco estoy luchando contra los sentimientos encontrados.

— Sé que fue algo estúpido, ¿Pero no todos hacemos cosas estúpidas por amor? 

Ambos soltamos unas cuantas risas y me acomodo mejor sobre mi lugar. La mirada de Evan vuelve a mi mientras las risas van cesando.

— Creo que por eso nos volvimos mejor amigos, ambos hacemos estupideces más grandes que nosotros.

— Eso sí, viejo amigo.

Le doy una sonrisa ladina al rubio teñido y este me devuelve el gesto.

Continuamos conversando y recordando los viejos tiempos. Cada uno admite en que se equivocó y nos pedimos disculpas por lo malo que hemos hecho uno al otro.

Y tal vez aquello no hizo que volviéramos a ser los amigos de antes, pero al menos ya podríamos encontrarnos y saludarnos amigablemente, sin sentir la tensión y la rivalidad que habíamos creado entre ambos.

Y no saben lo bien que se siente el que estés tratando de hacer las cosas bien y que sin querer otras cosas que no tenías contempladas puedan resolverse.

— Ponerme sentimental me ha dado hambre.

— A mí también, ¿Por qué tardan tanto con nuestro pedido?

Cita De Juegos [Ben Hardy Y Tú] I & II COMPLETA ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora