Cita De Juegos [Ben Hardy Y Tú] I & II COMPLETA ✔️

Capítulo 30

30. La fiesta de Joe.

Ben

Termino de arreglar mi cabello y me vuelvo hacia mi amigo que se encuentra en el otro extremo de la habitación.

- ¿Cómo me veo?

La mirada azulada de mi amigo da conmigo y me escanea de arriba hacia abajo.

- Bueno... Te bañaste.

Dejó caer mis manos a mis costados y le doy una mirada de ¿es enserio?

- ¿Qué esperabas? Qué dijera: 'oh Ben, que sexy te vez' - hace su voz más aguda al decir aquello y yo intento mantener mi seriedad.

- Ahh, sí.

Mi amigo frunce el ceño y entornando los ojos niega un par de veces.

- No, no soy Joe - mi amigo continúa con sus muecas extrañas y no puedo evitar reír.

- Vale, ya entendí, ya entendí.

Mi amigo finalmente termina de hacer sus gestos exagerados y yo me vuelvo hacia el espejo frente a mí para acomodarme el saco.

La fiesta de Joe comenzaría en una hora, y Gwilym y yo nos estábamos preparando para ella. Habíamos decidido viajar juntos y hospedarnos en el mismo lugar, estaría mintiendo si dijera que el que _________ no haya venido conmigo no me entristece un poco, yo había esperado que en este viaje pudiera pasar más tiempo con ella. Poder disfrutar de su compañía, disfrutar de la tranquilidad y de lo completo que me hace sentir su presencia.

Dios, deseo tanto verla ahora mismo.

Después de aquella pequeña cena que hice para ella solo nos habíamos visto unas cuantas veces más, era muy pequeño el cambio que aquello ha creado entre nuestra relación, pero está vez no pienso apresurar nada, esta es mi última oportunidad que tengo con ella y no pienso desperdiciarla solamente porque las cosas no están mejorando tan rápido como quisiera.

La lastime, la lastime como me lastimaron a mí y por lo mismo de que conozco el dolor que una persona querida por ti puede causarte no quiero volver a cometerlo, porque no podría perdonarmelo ni a mí mismo.

Así que daré mi más grande esfuerzo para demostrarle que la quiero más de lo que le he dicho, y cuanto quiero que se quede en mi vida para siempre, como aquella promesa que nos hicimos a los cinco años.

Recuerdo que fui yo quien propuso hacer aquella promesa, también recuerdo que desde entonces estaba seguro que es la niña más bonita que mis ojos puedan haber visto y el temor a imaginarla lejos de mí me aterraba tanto en ese momento que se me ocurrió hacer que me prometiera que siempre íbamos a estar juntos.

Y el solo recordar que estoy a un paso en falso de perderla hace que aquel niño vuelva a mi y el miedo me atormente.

Llegamos a la casa de Joe y es el mismo quién nos abre la puerta y nos recibe con una amplia sonrisa.

- ¡BENYYYY! - el castaño rojizo se lanza sobre mí y yo le doy una ladina sonrisa a Gwil quién nos mira con los ojos entornandos.

- Ya fue suficiente - el castaño claro nos separa y se lanza a abrazar a Joe.