Capítulo 29

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29. Bienvenida a New York.

— Te quiero.

Una amplia sonrisa se dibuja en mi rostro y sin apartar la mirada del camino frente a nosotros respondo.

— Y yo a ti.

El auto se detiene ante una señal de rojo y cuando vuelvo la vista hacia la persona a mí lado todo pasa demasiado rápido.

Me sobresalto sobre mi lugar y abro los ojos con rapidez. Mi pecho sube y baja con violencia y me llevo una mano a este, al principio desconozco donde me encuentro y finalmente mi mirada se topa con la de mi hermana quién me da una pequeña sonrisa.

— ¿Ya llegamos? — Vanne me da un pequeño asentamiento de cabeza acompañado de una risita.

Me estiró sobre el asiento y después me pongo de pie, buscamos nuestras pertenencias en los espacios donde las guardamos y seguido bajamos del avión adentrándonos en un pasillo que nos lleva a la salida.

Caminamos hasta donde parece ser la sala de espera y escuchó un chillido de felicidad por parte de mi hermana, la veo correr con su maleta hacia la salida del aeropuerto y me desconcierto al principio pero después veo la causa de su comportamiento. Con una pequeña sonrisa comienzo a caminar hacia la pareja que se envuebtra besándose tiernamente, me detengo a unos pasos de ellos y finalmente mi hermana se seoara de su novio.

— Bienvenida a New York cuñadita — Sebastián se acerca a mí y me envuelve en un gran abrazo a lo que sonrió ampliamente.

— Me es mucho gusto verte Seb — digo apartandome del pelinegro.

— Oh, esto es para ti — coloca sobre mi cabeza una gorra azul marino y sonrió agradeciéndole — y esto es para mí chica — apenas noto el ramo de flores que trae en mano y extiende hacia mi hermana quién lo toma como un enorme brillo en los ojos.

— Aww, gracias amor — Vanne le da un corto beso a Seb en los labios y este sonríe feliz de que el regalo le haya gustado.

Después de la bienvenida Seb nos dirige hacia la salida ayudándonos con nuestras pertenencias. Llegamos hasta donde su auto y subimos para comenzar a dirigirnos hacia su hogar.

En el camino mantengo la mirada sobre la ventana admirando maravillada los sitios por los que pasábamos. Unos treinta minutos después nos detenemos en el estacionamiento frente a un gran edificio lleno de apartamentos.

Bajamos del auto y siguiendo a la pareja comenzamos el camino hacia el edificio.

— Y este es nuestro hogar — Seb abre la puerta azul dejándome ver un lindo y espacioso apartamento.

Me dejan entrar a mi primero y me permito mirar con atención el lugar.

— Es exactamente como imaginé que sería, todo aquí dice Vanessa Miller.

Escuchó a la pareja reír detrás de mí y me vuelvo hacia ellos con una pequeña sonrisa.

— Pero ya, enserio, esto es muy lindo — murmuró girando sobre mi eje observando una vez más el lugar.

— Gracias hermanita.

Detengo mis movimientos para mirar a la pareja a unos metros de mí,

— ¿Quien tiene hambre? He preparado pasta.

— ¡Me encanta la pasta! — exclama mi hermana como niña pequeña y suelto una risita — mamá solía prepararla para mí cuando me sentía triste.

El tono de mi hermana disminuye en las últimas palabras y mi sonrisa se borra de poco en poco pero hago que vuelva a aparecer cuando la mirada de mi hermana va hacia mi.

Lo que nunca le he dicho a Vanne es que daría lo que fuera por vivir lo que ella vivió con mi madre, sus cuidados, sus besos, sus abrazos. Nunca me he sentido lo suficiente segura como para hablarlo con ella o con papá, y esto solo lo sabe Ben.

Él siempre ha sabido todo de mi, como yo todo de él. Desde sus relaciones desastrosas hasta sus logros, todo momento bueno y malo lo habíamos vivido juntos y nos habíamos prometido que así sería para siempre.

Qué sin importar que pasara él y yo siempre íbamos a este juntos, y nos tendríamos uno al otro.

Aquella promesa la hicimos cuando teníamos solo cinco años.

Y a pesar de haber sido tan pequeños para hacer aquel tipo e promesas no la habíamos olvidado, y desde entonces siempre la habíamos cumplido.

Pero entonces vinieron estos sentimientos, de hecho, creo que siempre habían estado en algún lado, sólo que, yo aún no lo sabía.

— _________

La voz del Sebastián me saca de mis pensamientos y dirijo la mirada hacia el pequeño comedor a unos metros de mí.

Puedo ver que la mesa ya está servida y que sólo me están esperando a mi, la mirada de s pareja se encuentra sobre mí y les doy una pequeña sonrisa para calmar sus rostros de preocupación.

— Oh, sí, ya voy.

Vuelvo a retomar mi postura de un inicio y tomo asiento en la mesa junto a mí hermana y su chico.

Cita De Juegos [Ben Hardy Y Tú] I & II COMPLETA ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora