Capítulo 28

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28. Primera cita.

Miro con detenimiento el lugar y reconozco el jardín de inmediato.

Doy unos cuantos pasos dudosos y continuó examinando el lugar. Unas luces amarillas como de navidad iluminan el jardin y en el centro de este hay una mesa para dos personas.

— ¿Te gusta?

Escuchó aquella voz a mis espaldas y me giró encontrándome con unos ojos verdes. Una amplia sonrisa se dibuja en mi rostro y siento posarse en mi estómago una cálida sensación.

— ¿Tú lo hiciste?

— Con algo de ayuda — camino hacia mí el rubio y se detuvo a mi lado ofreciendome su brazo.

Lo tomó del guante y me dirige hacia una silla para ayudarme a sentarme. Miré maravillada el plato frente a mí y ví a Ben tomar asiento del otro lado de la mesa frente a mí.

El rubio hizo un gesto para que comenzará yo y cuando probé el primer bocado mantuvo su mirada sobre mi.

— Mm, está delicioso — murmuró sintiendo mis mejillas arder ante mis palabras y puedo ver el alivio reflejado en su rostro.

— Es la primera vez que cocino por alguien — lo escuchó admitir con las mejillas de un color carmesí.

— Pues deberías hacerlo más seguido — murmuró mientras me llevo otro bocado a la boca.

— Lo haré si te quedas conmigo — entorno la mirada hacia el rubio y este me mira con una pequeña sonrisa.

— ¿Estás chantajeandome con comida?

— Un poco, tal vez — se encoge de hombros y suelto una risita la cual él sigue.

Continuamos la cena con pequeñas conversaciones y por un momento me olvidó de todo lo pasado en este último mes.

Olvidó todo lo que me hizo sentir, nuestras peleas, su mentira, todas las cosas malas y dolorosas que pase con y sin él parecen no haber existido nunca. Cómo si fuera la primera vez que estuviéramos intentando hacer esto, y no saben cuánto me gustaría que fuera así.

Una vez que terminamos la rica cena preparada por el rubio pasamos al postre que consiste en una rebanada de pastel de chocolate.

— Este lo hizo mamá — hablo el rubio haciéndome sonreír ligeramente.

— Oh, Margot la adoro — murmuró cuando pruebo un poco de pastel y el chico ríe.

— ¿Y a mí? — pregunta en un tono inocente.

Me limito a mirarlo y darle una pequeña sonrisa mientras bajo la mirada hacia mi plato.

— No estoy planeando que con esto me perdones de inmediato _________. — admite el rubio rompiendo el silencio que se ha creando entre nosotros y levantó la mirada hacia él — Sólo, que veas que de verdad pienso hacer las cosas bien ahora y que seguirá siendo así ahora en adelante, por que, te quiero _________.

Siento el corazón darme un vuelco y las lágrimas amenazan con salir.

Y aunque quisiera decirle que yo también lo quiero, solo me limito a decir

— Y me alegra que sea así, Ben.

El rubio me da una pequeña sonrisa y le devuelvo el gesto.

— Y esto, es solo el comienzo.

[...]

Termino de cerrar la pequeña maleta y mis ojos van hacia la puerta donde puedo ver a mi hermana esperándome con sus cosas también.

— ¿Lista? — asiento ligeramente mientras le doy una pequeña sonrisa.

A unos días del cumpleaños de Joe mi padre había decidido que iría a New York con mi hermana, al principio a Ben pareció entristecerle la noticia cuando mi padre hablo con él, pero aún así estuvo de acuerdo y quedamos en vernos allá.

Mi padre nos llevó hasta el aeropuerto y nos despidió con una cuantas lágrimas.

— No puedo creer que este despidiendome de mis dos niñas — murmuró mientras se secaba las lágrimas corridas por sus mejillas.

— Papá, yo voy a regresar en unos días — los tres reímos y mi padre asiente.

— Si mi niña, lo sé.

Le doy una pequeña sonrisa y mi padre me devuelve el gesto. Nos damos un último abrazo y deepues decidimos abordar el avión cuando los altavoces anuncian que debemos hacerlo.

Camino junto a Vannesa por el pasillo y una vez que subimos buscamos nuestros asientos.

— ¿Estás nerviosa? — vuelvo la mirada hacia mi hermana y le doy una pequeña sonrisa.

— Mucho — ambas reímos y siento sus manos sujetar las mías.

— Tranquila, te encantará New York.

Me da una de sus mejores sonrisas y aquel gesto me lo contagia. Anuncian que el avion está por despegar y mi hermana comienza una conversación conmigo para distraerme de todo.

Después de que hemos despegado intento calmarme y decido dormir un poco, cierro mis ojos y mi mente comienza a traerme algunos recuerdos que creí haber olvidado.

Y si somos sinceros, algo me dice que este viaje será muy bueno.

Cita De Juegos [Ben Hardy Y Tú] I & II COMPLETA ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora