Cita De Juegos [Ben Hardy Y Tú] I & II COMPLETA ✔️

Capítulo 65

65. New York.

Un mes para la graduación.

¿Recuerdan cuando dije que no iba a volver a interferir con lo que el destino me tenía preparado? Pues al parecer el destino me odia.

¿Por qué siempre debía verme en un debate por tomar una decisión que cambiará mi vida por completo?

Confirmado. Soy un imán que solo atrae caos y dificultades a su vida.

No podía creer que esto me estuviera pasando a mi justo a un mes de mi graduación.

La propuesta de Evan me había tomado mucho por sopresa y sabía que debía pensarlo y analizarlo detalladamente. Entonces, recurrí a la mejor persona que sabría cómo sacarme de esta incertidumbre.

—¡Hola hermanita!

—¿Y porque estás llamándome entre semana? Tu nunca me llamas, ¿Esta todo bien? ¿Y papá?

—Si Vanne, también es un gusto verte — entorno la mirada en dirección a mi hermana a través de la pantalla de mi computadora y está frunce ligeramente el ceño.

Sabía que era una mala idea hacer esto, algo me decía que mi hermana pronto comenzaría a hacer preguntas y a suponer muchas cosas.

—Solo quiero saludar a mi hermanita y ver cómo se encuentra mi sobrino o sobrina.

—Pues, estamos bien, ¿Gracias?

A decisión de mi hermana y cuñado el sexo del bebé no lo sabríamos hasta el día de su nacimiento, y ni faltaban muchos meses para que eso ocurriera. Así que la emoción y nerviosismo nos tenían enganchados a todos por igual.

—Tengo una pregunta que hacerte.

—Lo sabía, te escucho.— alzó ambas cejas ante las palabras de mi hermana y está me mira con obviedad.

—Vale — trato de ignorar aquello y concentrarme — ¿Me imaginarias a mí viviendo en New York?

Mi pregunta logra tomar por sorpresa a mi hermana y cuando veo su rostro iluminarse por unos escasos segundos me preparo para lo que viene.

—En un inicio sentirías todo muy distinto a como en casa, pero siento que te acostumbrarías e incluso lo disfrutarías. New York es la cuidad que nunca duerme y la mejor para que una chica joven como tú finalmente se independice.

Vale, no era lo que esperaba.  

—¿Por qué? ¿Te gustaría venir a Estados Unidos?

—Solo es una idea que se me cruzó por la cabeza — miento ante las preguntas de mi hermana y esta parece creerlo.— ¿De verdad piensas que me gustaría?

—Claro que sí hermanita, ¿A quien no?

Sonrío ligeramente ante la respuesta de mi hermana mientras asiento mostrándome de acuerdo con ella.

—¿Sería egoísta de mi parte si llegara a decidir irme a Estados Unidos y dejar aquí solo a papá?

—Yo sé que el lo entendería hermanita, y también sé que si la decisión que tomes te hace feliz a ti, también lo va a hacer feliz a él.

Frunzo los labios en una delgada línea y me prohíbo ponerme sentimental en este momento tan bueno que estamos teniendo.

—Gracias Vanne.

Sonrío a mi hermana y puedo ver qué a través de la pantalla ella me sonríe ampliamente de vuelta.

—Y también sé alegraría de que finalmente te fueras de la casa.