Cita De Juegos [Ben Hardy Y Tú] I & II COMPLETA ✔️

Capítulo 54

54. Perdóname.

El chico de mirada marrón me observa de arriba hacia abajo y atrapa entre sus dientes su labio inferior.

Y no es hasta que me miro yo misma que me percato de que estoy únicamente en ropa interior. Trato de disimular un poco y me cruzo de brazos intentando cubrirme. El rubio parece notar mi incomodidad y tomando una manta de sobre la cama se acerca a mí y me cubre con ella abrazándome en el acto.

— Gracias — murmuro bajando mi mirada hacia el pecho del chico y este descansa sus manos sobre mis hombros.— Evan tienes que irte.

— ¿Ni siquiera me darás un beso de buenos días? — entrecierro los ojos y este parece notar que no estoy de humor para sus bromas — vale, primero en la noche te acercas a mí y me besas, luego quieres que nos acostemos, ¿Y ahora quieres que me vaya?

La manera tan seria con la que habla solo logra hacerme sentir peor porque estoy consciente de que él no tiene la culpa de las malas decisiones que he tomado. Aquí, como siempre ha sido, solo hay un culpable, y esa, soy yo.

— Hablaremos mañana, Evan, por favor — estiro una de mis manos para posarla sobre su brazo y darle un ligero apretón — por favor.

El chico me examina la mirada durante unos segundos para después asentir un par de veces un poco decepcionado.

— Vale, me iré.

— Gracias — murmuro con alivio y lo veo alejarse de mí para caminar por la habitación y tomar su abrigo del suelo.

Cuando se acerca para abrir la puerta rápidamente me encamino con él y salimos juntos de la habitación, lo acompaño en silencio hasta las escaleras que da vista hacia la puerta principal. Sin decir nada Evan baja las escaleras sin mirarme una vez mientras yo me aseguro de que no haya nadie despierto.

Entonces llega a la puerta y ahí se detiene y por fin se vuelve para mirarme, me abrazo a mí misma mientras que trato de mantenerle la mirada y me limito a sonreírle ampliamente acto, que él me devuelve enseguida para después irse sin hacer mucho ruido.

Luego de ver la puerta cerrarse me quedo sobre mi lugar unos segundos más y al dar media vuelta me percato de que hay alguien de pie a mitad del pasillo observándome. Me sobresalto enseguida y me aferro a la manta cuando veo que se trata de Sebastián.

— ¿Acaba de irse alguien? ¿O escuché mal? Pero no lo creo, porque ví a un rubio salir de tu habitación.

— Seb, yo... — ni siquiera sabía que decirle, no me sentía tan bien como inventar alguna excusa.

— Ey, tranquila — descansa su mano sobre mi hombro me sacude con ligereza — no es como que vaya a decirle a Vanessa que ví salir al novio de su hermana de la habitación de esta.

Abro ligeramente los ojos mientras trato de sonreír ligeramente.

— Será nuestro secreto, ¿Vale? — ante sus palabras me limito a asentir repetidas veces y el pelinegro me sonríe.— Genial.

— Gracias Seb — murmuro en un tono bajo mientras veo al chico pasarme por un lado y bajar las escaleras.

Cierro los ojos con fuerza impidiendome hacer un drama en medio del pasillo y con una manta cubriendo mi casi desnudez. Camino rápidamente hasta mi habitación y me encierro en ella, camino de nuevo hasta mi cama y al final opto por acostarme sobre la alfombra que decora mi habitación.