Cautivas (La Guerra Eterna Parte II)

Capítulo 43

*Pequeño resumen de los hechos*

Valyria e Idara fueron secuestradas por una bruja que asegura que su hermana muerta esta dentro de Valyria pero no hace más que empeorar la situación y al final ambas terminan intercambiando cuerpos, así que cuando llega Kelian (esposo) de Idara no le queda más remedio que llevarse a las dos, pero bueno, Valyria recupera los recuerdos de Idara proponiéndose hacerle la vida imposible al vampiro, Maxell (esposo de Valyria) ni se para para rescatarla. Creo, eso es lo más importante de los últimos capítulos y si se les olvidó ya de plano de que iba la historia podrían repasar rápidamente los capítulos así como yo (mis disculpas, soy algo olvidadiza) y también me disculpo por tardar tanto, sigo tratando de arreglar mi vida y no había tenido mucho tiempo para escribir. Pero aquí esta y comenzamos ya con los actualizaciones.

IDARA

Me sentía ligera pero vacía. 

Era extraño haber estado embarazada hacía solo unos momentos y ahora estar en un cuerpo que no lo estaba en absoluto. 

Además de que estaba lleno de magia a la cual yo no podría acceder ni volviendo a nacer.

Y la tensión en el vehículo también me hacía sentir bastante incómoda. 

Valyria parecía tener un tipo de rabia específica para con mi marido, lo estaba viendo como si lo fuera a matar en ese momento desde el asiento trasero y yo en el lado del copiloto solo trataba de entender el porqué Kelian solo evitaba a toda costa la mirada de la bruja.

- ¿Estas bien? - Le pregunté, tratando de entender lo que cruzaba por su cabeza.

Me volteó a ver brevemente antes de seguir su mirada al frente.

- Estoy procesando la información.- Contestó.

- ¡Ah! Será un ser poderoso, dotado de un gran cerebro y habilidades como vampiro, pero sigue siendo un hombre Idara, no piensan rápido.- Se burló Valyria con una mano en su abdomen, donde estaba mi bebé.- Por cierto, a este bebé se le acaba de antojar algo de nieve. Deberíamos de hacer una parada.

- Deberías a aprender a cerrar la boca bruja.- Kelian le enseñó los colmillos.

- Y tu deberías de aprender a mimarme imbécil, después de todo, yo cargaré a tu hijo. Y todo lo que le pase a este cuerpo es asunto tuyo, ¿No lo crees?

- Voy a aprender a amarrarte para que te estés quieta, loca.- Kelian la miró a través del espejo retrovisor. - Así que mejor ve buscando una manera de comportarte.

- Ah, ¿Yo soy la loca? Loca se va a volver tu esposa cuando sepa que tú...

-...Ya te entendí, bruja. ¿De qué sabor quieres la nieve? 

Ella sonrió.

- De limón, por favor.- El cinismo era algo que parecía caracterizarla en demasía.

Finalmente y con un suspiro de resignación por parte de Kelian paramos por el helado de limón en la carretera  y seguimos nuestro camino hacía donde seguramente se encontraría el marido de Valyria, el cual no se había parado por ella en todo el tiempo que estuvimos secuestradas.

Miré por el retrovisor hacía donde estaba ella, una vez terminado el helado se recargaba contra la ventana de manera pensativa. Probablemente podría estar pensando el Maxell y su negativa a mover un dedo por salvarla, ¿Porqué alguien con tanto poder decidiría solo dejarla a su suerte y esperar que ella regrese por sus propios medios? ¿Él acaso no estaba interesado en si estaba viva o no?, Maxell Arscorth era increíblemente poderoso pero al mismo tiempo esa frialdad en él para con Valyria era algo que yo misma no alcanzaba a comprender. Por un momento Valyria sintió mi mirada y conecto sus ojos con los míos y sonrió, pero esta vez no había cinismo en ella, solo una tranquila tristeza, pero ni siquiera yo alcanzaba a comprender la razón de esta.