Capítulo 5

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IDARA

"¿Empezamos?"

Sus palabras apenas alcanzaron a penetrar en mi mente cuando sentí que su cuerpo descendía sobre el mío con una de sus piernas situándose entre las mías para acceder a mi. Apenas sentí la tela de sus pantalones rozar conmigo cuando mi cuerpo reaccionó. Saliendo del estupor, puse toda mi fuerza y esfuerzos para quitarlo de encima, luchando para protegerme de él.

Sin embargo, su fuerza era superior a la mía y no lo moví ni un centímetro, en cambio, parecía que solo había logrado divertido, ya que, sonrió, satisfecho, como un lobo que sabe que su presa no puede correr y puede darse tranquilamente un festín.

A este punto, realmente no hice un esfuerzo por detener las lágrimas que se deslizaron de mis ojos o la súplica silenciosa con la que lo miraba, la cual, ignoró por completo y comenzó a descender hacia mis labios. Fue soprendente la inicial suavidad que sentí cuando estos impactaron con los míos, parecía que más bien quería tomarse su tiempo, seducirme.

Pero yo no estaba dispuesta a rendirme y lo mordí fuertemente, Sebastián se separó de mí y tuve la satisfactoria vista de su labio sangrando, él no pareció en absoluto molesto, en cambio se llevó la mano al labio e inspeccionó la sangre, su sonrisa se amplió y pude ver con amargura que su herida ya se había cerrado.

- Me parece justo.- comentó.- aunque tú vas a sangrar más.

Lancé un grito cuando él, con gran violencia, rasgo mi "ropa" o lo que al menos me había mantenido cubierta hasta ese momento.

-¿Sabías que beber sangre es tan íntimo como tener sexo?.- Acarició mi pierna y la acomodó contra su cintura, pegándome demasiado a su cuerpo.- sentirás como mis colmillos penetran en tu piel. Te marcaran como mi presa, mi posesión.- Se inclinó depositando un beso en mi cuello y tomando mis manos al vuelo cuando intenté golpearlo. Rodeó mis muñecas con una mano y las mantuvo sobre mi cabeza. Me sentía completamente humillada, desnuda y vulnerable.- De cierta manera...- su risa suave me hizo estremecer ante la sensación de su aliento por mi piel, siguió avanzando y besó mi clavícula.- Es otra manera de estar dentro de ti.- Lancé un sollozo lastimero y eso pareció estimularlo más en la sucesión de besos que me recorrieron hasta llegar a mi cintura.- Si quieres, puedo hacer que lo disfrutes tanto que no dejarás de buscarme...- Su amenaza me recordó la advertencia de todos mis maestros.

"Nunca permitan que un vampiro les muerda para provocarles placer, es mucho mejor sufrir que convertirse en un miserable adicto por una mordida".

Sacudí la cabeza y Sebastián inclinó la cabeza transformando su rostro con una expresión que insinuaba estar disfrutando demasiado.

- Como quieras. Entonces...- Lo siguiente que sentí, fueron sus colmillos clavarse profundamente en un costado de mi cadera. Dolió tanto que lancé un grito desgarrador lleno de dolor y sufrimiento que no podía disimular ni aunque lo intentara. Mi mente había perdido por completo la capacidad de pensar con claridad. Me retorcía y le supliqué en medio de sollozos que se detuviera, que no podía soportarlo. Sin embargo, él no paraba. Me dejaba sentir con completa amplitud cada gota de sangre que sacaba de mi organismo para saciarse. Lo peor era que ni siquiera podía desmayarme para dejar de sentir el dolor y mi cuerpo se mantenía aguantando todo a pesar de que mi mente estaba al borde de la locura por tal sensación.

De repente, él despendrió sus colmillos de mi cuerpo y tardé unos instantes en darme cuenta del por qué. En medio de mi estupor, apenas y capté que el pelirrojo había entrado a la habitación y comenzaba a decirle algo a Sebastián.

-... Está aquí y Kelian necesita que estemos ambos para recibirlo.- Johan pareció darse cuenta entonces mi estado de desnudez y chasqueó su lengua.- Primero deberías bañarla, hermano, está sucia.

Sebastián se rió y levantó mi cuerpo prácticamente sin vida con una mano bajó mis rodillas y la otra en mi espalda, me llevó a través de otra puerta donde tras darle un breve visitado me percaté de que era un baño amplio con azulejos y todo tipo de comodidades. Me depósito sin delicadeza sobre una bañera y abrió el agua dejándola caer directamente sobre mi cuerpo sin importarle la temperatura. Agua, que estaba tan fría que me provocó un violento espasmo.

Sebastián se dió la vuelta y cerró la puerta del baño para marcharse con Johan sin decirme una sola palabra.

Lentamente me di cuenta de que estaba sola y el agua helada sacudió un poco mis neuronas. Quien fuera la persona que había llegado, acababa de salvarme de ser violada por uno de los hermanos Dragomir, lo que me otorgó una pizca de esperanza y pensé  nuevamente en escapar.

Miré mi pierna y la sangre que había disminuido en su flujo fuera de mi cuerpo. Mi regeneración no era tan rápida como la de un vampiro nacido tal cual, que duraría de segundos a minutos, la mía sería en unas horas, entonces podría salir por la ventana y correr hacía cualquier lugar, menos este.

Solo podía pensar en irme, porque a pesar de lo mucho que quería matarlos a todos, era conciente de que no podía y aunque lograra apuñalar a uno solo de ellos, todavía existirían dos hermanos que me matarían sin pensarlo dos veces.

La piel perforada en mi cintura comenzó a palpitar y no pude evitar recordar la sensación de sus colmillos atravezar mi piel. Había sido tan doloroso que no me creía capaz de soportarlo una segunda o tercera vez sin buscar mi muerte.

Había sido contaminada por un vampiro.

Cuando volviera con mi padre, sería una vergüenza y el hazme reír de la academia. ¿Cómo la legendaria Idara, la número uno en la clase había sido sometida fácilmente por un vampiro y dejado que la violaran de tal manera?

Qué un cazador fuera mordido por un vampiro era una deshonra, era peor que perder la virginidad a temprana edad y quedar embarazada.

Mi valor como cazadora ya no era el mismo, y aún así todavía estaba a tiempo para poder mantener la cabeza en alto cuando volviera, porque si esta situación seguía repitiéndose o finalmente alguno de ellos me quitaba la virginidad, entonces no podría hacer más que suicidarme.

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Hola, ¿Qué tal?, ¿Qué les pareció?

Cautivas (La Guerra Eterna Parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora