Capítulo 22

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VALYRIA

Una vez dentro de una habitación que podía cómodamente suponer pertenecía a los monarcas, me estaban preparando para el baile algunas sirvientas, sin hacer preguntas y sus rostros sin ninguna expresión.

La situación era complicada.

Al parecer no iba a ser un baile común y corriente, si no que los nobles se estaban preparando para dar comienzo a un golpe de estado que no solo estaba destinado a destronar y asesinar al actual rey, si no también deshacerse de la reina, el príncipe Arthur y cualquier familiar directo que pudiera reclamar el trono.

Así que Maxell, junto a los monarcas habían ideado una trampa, creando el escenario perfecto para que ellos atacaran y así atraparlos en un solo movimiento. Aquellos que inteligentemente decidieran esconderse entre las sombras de igual manera ya estaban identificados y solo caerían después, lo que me advertía que la familiar real siempre estaba un paso en frente. No me extrañaba que en tantos siglos mantuvieran su poder, si contaban con Maxell y Lucius, este reinado pintaba a ser realmente largo y estable, lo cual era bueno, mientras menos cambios pasaran en el poder, el resto del mundo podría respirar en paz, ya que el rey no era del tipo que se metía a una guerra sin pensarlo muy cuidadosamente antes.

Este caso era una situación muy especial, con las Kisas y el padre de Maxell intentando voltear el mundo por completo a su favor era algo que el resto de las razas que se mantenían cómodamente escondidas de los reflectores del mundo humano no se podían permitir, los cambios serían muy grandes y con la naturaleza codiciosa de los humanos uniéndose a la partida solo estropearía la frágil paz que nos mantiene a todos.

No es que tuviera algo en contra de los humanos, en realidad había muchos que valían la pena, pero aquellos que tenían poder, indudablemente querrían más y si algo aprendí de estar rodeada de ellos, era que odiaban el sentimiento de inferioridad y tenían temor a lo desconocido, cosas como la cacería de brujas en la edad media y en Salem solamente alimentaba mi cautela contra ellos. También sus organizaciones secretas de cazadores de vampiros y otros seres me tenía en extremo irritada, nosotros no iniciamos organizaciones como "Cacería de humanos", o iniciábamos comercios como ellos con sus: "Venta de ojos de bruja, colmillos de vampiro u orejas de hadas, llévate todo el paquete pagando solo uno o están a tres por dos los miércoles". 

Ciertamente intentar subyugar a los humanos era como adoptar a un lindo perrito que creerías serviría de mascota, pero esa misma noche se convertiría en un monstruo que te devoraría sin pensarlo dos veces para posteriormente vender lo que quedó de ti en el mercado negro, ¡viva el capitalismo! 

El plan consistía principalmente en fingir junto a Maxell ser la pareja real mientras los monarcas se encontraban entre los nobles. Una de las razones era para su seguridad, sobre todo, considerando que la reina estaba sola y el rey aparecería a ultimo momento, ya que Maxell era el principal creador de esta trama, estuvo muy ocupado desde que llegamos y apenas tuvo tiempo de escoltarme aquí antes de marcharse, rodeado de personas que necesitaban que los liderara y les diera ordenes. Suspiré y levanté la mirada para verme finalmente al espejo, cuando una de las sirvientas me mencionó que el trabajo esta hecho.

La mujer frente a mi no era yo.

El vestido era azul marino, me daba la sensación de ser una combinación de la época victoriana y la actualidad, demasiada tela me hacía sentir pesada e incomoda, así, en definitiva no podría luchar contra nadie y me hacía sentir demasiado femenina e indefensa, inmediatamente quise rasgarlo. Aunque por otro lado estimuló mi vanidad al verme tan atractiva frente al espejo, mi cabello había sido recogido sobre mi cabeza y solo unos mechones enmarcaban mis mejillas dándome un cierto aire de coquetería junto a mis labios pintados de un color rosa claro, que solo parecía acentuar el área sin parecer demasiado exagerado.

Cautivas (La Guerra Eterna Parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora