Madison observó que el reloj de la sala marcaba las 2:59 de la tarde, trataba de calmar sus alocados nervios mientras estaba sentada sobre el sillón, tratando de leer su libro de Harry Potter, pero era totalmente imposible cuando faltaba tan poco para que la Trabajadora Social llegara.
"Inhala y exhala"
El timbre sonó de repente, haciendo que se sobresaltara en su lugar, estaba tan nerviosa que su corazón latía con rapidez contra su caja toráxica y sentía las punzadas contra su estómago.
Joe bajó las escaleras y Barry lo seguía detrás. La niña dejó su libro en la pequeña mesa que estaba en el medio de la sala, se levantó de su asiento y fue enseguida al lado del castaño, agarrando su mano, quizás así sus nervios se disiparían un poco. Barry le dio un ligero apretón y bajó su vista hacia la niña para darle un pequeño asentimiento de cabeza.
—Buenas tardes —el saludo de Joe fue lo que llamó su atención, rápidamente dirigió su vista hacia el frente y se dio cuenta que el hombre ya había abierto la puerta. La niña aún no podía ver a la Trabajadora Social que estaba en el marco de la puerta.
—Buenas tardes, soy Martha Khaler —escuchó la voz de la señora, era algo aguda.
—Joe West —el hombre le estrechó la mano y la invitó a entrar —Él es Bartholomew Allen —presentó Joe y el velocista estrechó su mano y le dedicó una amable sonrisa —Y ella es Madison.
La niña estrechó también su mano, alzando la vista para observarla mejor. La señora era quizás una cabeza más alta que ella. Su cabello era rubio y muy corto, sus ojos eran marrones y tenía lentes de medida. Sus facciones eran algo duras y tenía arrugas, dándole a entender a Madison que era alguien ya mucho mayor, quizás unos 60 años. Tenía un maquillaje algo suave, aunque su pintalabios era rojo vino. Su contextura era delgada y traía puesto un pantalón de vestir gris, con una blusa de color hueso floreada y un saco gris. Sus zapatos eran negros y chatos.
—Gusto en conocerte, Madison —escuchó a la señora decir cuando separaron sus manos. Pero había algo en esa mujer que a Madi no le gustaba. Su postura y gesto le hacía querer preguntarle si tenía algún problema con ella. Era extraño, pero no se atrevió a comentar nada de lo que sus alocados pensamientos le decían.
La niña sólo hizo un asentimiento de cabeza, no sabía muy bien qué responder, no cuando la señora no parecía muy a gusto. Era como si estuviera cansada y quizás de mal humor, como si hubiera estado visitando casas de huérfanos todo el día.
"¿Por qué nos tuvo que tocar esta Trabajadora social?"
"¿Estás contenta vida? Nuevamente parece que quieres arruinar algo importante para mí"
Joe comenzó a hacerle el recorrido de la casa. Era una rápida inspección para saber dónde se quedaría a vivir la niña si le dieran la custodia al hombre. La Trabajadora Social debía de examinar bien la casa para asegurar que el huérfano iba a vivir en un sitio que cubría todas sus necesidades.
—Y, por último, este es el cuarto de Madison —Joe indicó mientras dejaba entrar a la señora al espacio. Barry y Madi estaban atrás de ellos desde que empezó el recorrido. Ninguno había pronunciado palabra, estaban dejando que Joe se encargara de mostrarle el lugar mientras la señora tomaba notas en una libreta.
Aquellas notas que la mujer escribía ponían muy nerviosa a la menor. No podía saber si era algo bueno o malo y la expresión de la señora -cuando lograba captarla- era neutral. Era todo muy estresante y Madison quería que aquel martirio terminara cuando antes.
—¿Esta puerta también tiene seguro? —la mujer preguntó observando el picaporte de la puerta de la habitación de la niña.
—Sí, como todas las demás.
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Innocent Blood [The Flash] Barry Allen / Caitlin Snow
FanfictionLa pequeña metahumana vagaba por las calles de Central City cuando aquel velocista se cruzó en su camino, cuando aquel héroe trató de mostrarle algo diferente a lo que estaba acostumbrada. Para Flash y su equipo no estaba dentro de sus planes cruza...