Innocent Blood [The Flash] Barry Allen / Caitlin Snow

Capítulo 61

—Entonces ¿viajaste al pasado y ese Wells del pasado te ayudó a ser más rápido? —cuestionó Madison, sentada en la mesa del comedor con la laptop vieja de Cisco -que ahora era suya-, copiando el último ejercicio de matemática que debía terminar antes de la hora de almuerzo.

—Sí, se podría decir así —respondió Barry que estaba sentado al lado de ella, pues la niña le había pedido ayuda hace un momento con una de las fórmulas.

—Hmm. ¿Y cómo es que no me di cuenta? Un momento estabas en los laboratorios y al otro estabas en el pasado, pero no notamos esa parte.

—Lo sé, es complicado. Pero no le des importancia. Los viajes en el tiempo son complicados y peligrosos.

—Sí, sí —Madison hizo un ademán con su mano —Si modificas algo importante todo puede cambiar.

—Exacto. Por eso tuve cuidado.

—Más te vale, Bartholomew —advirtió la niña, esta vez despegó los ojos del papel en donde estaba resolviendo el ejercicio y lo señaló con su lápiz que tenía en la mano.

Barry alzó las manos en son de paz para luego sonreírle a la niña.

—¿Quieres que te ayude con ese ejercicio?

—Nop, ya lo terminé. Este estaba muy fácil.

—Pero estabas hablando conmigo.

—Puedo hacer dos cosas a la vez —comentó la castaña encogiéndose de hombros —Deberías intentarlo tú también.

Barry entrecerró los ojos cuando escuchó el tono algo descarado de la niña.

—¿Estás diciendo que no puedo hacer dos cosas a la vez? —el castaño se acercó a la niña que estaba su lado y, con los dedos, picó sus costados, así haciéndole cosquillas.

—De-Detente —Madison ordenó entre risas.

—¿Qué? No puedo oírte —Barry continuó.

—Está bien... Está bien. Puedes... Puedes hacer dos cosas a la vez —la niña habló como pudo y Barry detuvo su acción. Madison respiró con profundidad y lo observó con un pequeño puchero.

—Malo —expresó, cruzando sus brazos.

—Ya, quita esa cara que debo decirte algo —indicó el velocista con algo diversión.

—Solo si me traes agua —Madison lo observó un momento y el chico enarcó una ceja. Ante ese gesto, la niña sabía lo él quería que le dijera, así que murmuró: —¿Por favor?

—Mejor.

El muchacho regresó en menos de un segundo con el vaso de agua y se lo dio a Madison que se lo tomó gustosa mientras Barry jaló la silla que estaba al lado de la niña y se sentó unos cuantos centímetros separado de la mesa.

—¿Qué vas a decirme? —Madison preguntó cuando dejó el vaso, ahora vacío, sobre la mesa, frunciendo ligeramente el ceño. Se acomodó mejor en su asiento, colocando las piernas hacia un lado y así poder ver mejor al chico.

—Recuerdas que Wally está en la universidad ¿verdad?

—Sí ¿Por qué?

—Bueno, ayer nos comentó que ya no podía vivir más en los dormitorios de la Universidad, porque es muy costoso —explicó con cautela el muchacho, observando a una atenta Madison.

—Oh, ¿y qué va a hacer Joe? —la niña cuestionó nerviosa. Quizás con otro hijo más Joe ya no podría adoptarla, porque era muy costoso. Quizás Barry estaba intentando decirle que Joe ya no tenía más dinero para poder solventar los gastos de ella —Espera, entonces él ya no... ya no...