Madison despertó con el exquisito olor a panqueques. Caitlin de seguro estaba haciendo su desayuno favorito. Se levantó de la cama y decidió primero tomar una ducha. Luego de cambiarse y ponerse sus zapatillas, la niña bajó las escaleras y se dirigió a la cocina.
—Buenos días, cielo —murmuró Cait al verla. La niña le mostró una sonrisa y se sentó frente a la mediana mesa circular que había en una esquina de la cocina. —¿Cómo dormiste? —murmuró la chica, colocando un plato de su delicioso desayuno frente a Madison.
—Muy bien —dijo la menor. Y era verdad, no había tenido pesadillas o recuerdos, aquello que estaba acostumbrada a soñar cada vez que se dejaba arrastrar a la inconsciencia por las noches.
Madison comenzó a colocarle miel y algunas frutas sobre su alimento favorito de las mañanas.
—Me alegro, cielo —Cait le sonrió —Madi —la mayor llamó, ahora se encontraba sentada frente a la niña, también comiendo lo que había preparado—, con respecto a lo de ayer, yo...
—Cait, no, no hablemos de eso ahora ¿Sí? —indicó la pequeña, observándola. Caitlin sabía que la menor no soltaría palabra alguna, así que no insistió.
—Esta bien, cielo. Pero en algún momento debemos hablarlo —expresó la muchacha con una media sonrisa. Madison sólo pudo asentir con la cabeza, no muy segura de sus palabras.
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Al llegar a los laboratorios, Caitlin tuvo que salir con Jay y dejó a Madison viendo televisión, aunque la niña estaba más concentrada en sus pensamientos que en lo que proyectaba el televisor.
Al ver a Barry esa mañana su cabeza comenzó a maquinar la misma pregunta sobre su identidad, aparentemente, secreta. Había vuelto a ocurrir, un metahumano causando destrozos, Barry excusándose para salir de los laboratorios y luego aparecía Flash salvando la ciudad.
Trataba de convencerse de que era sólo coincidencias, de que su cabeza estaba jugando con ella, haciéndole creer que aquellos dos sujetos estaban relacionados. Pero también había aprendido que cuando ocurrían demasiadas coincidencias, había alguna situación oculta.
No quería creerlo, porque eso significaba que Barry sabía de los poderes de ella. Aquello significaba que conocía la verdadera razón del porqué se encontraba en los laboratorios. Significaba que ellos la habían estado mintiendo todo ese tiempo.
Si Barry era Flash, entonces significaba que Flash también trabajaba con la policía. Si Barry conocía a Joe, entonces también Flash.
¿Qué si ya le había dicho a Joe sobre su condición? Peor aún, qué tal si él ya había estado investigando por su propia cuenta y encendiendo esa alerta imaginaria, aquella alerta que Moreau no dejaría pasar ni un millón de años.
"Demonios!"
"¿En qué te has metido Madison?" se preguntó con fastidio y enojo consigo misma.
Su cabeza trabajaba a mil por hora, pensamientos con preguntas sin respuestas e hipótesis de lo que sucedería. De lo que pudo haber evitado si sólo se hubiese alejado de aquellas personas.
Tenía tanto miedo de que hubieran investigado a sus espaldas. Si ese era el caso, no tardaría mucho para que Moreau la encontrase. Si tan sólo alguno de ellos había ido al orfanato y preguntado por ella, entonces Moreau sabría con quién se estaba quedando. Con quienes había ido a parar luego de su huida.
Moreau era una persona inteligente, era una mujer astuta, con contactos en todas partes y personas trabajando para ella -por miedo o por promesas engañosas que ella misma les había hecho- Si alguno de ellos se había acercado a ese tenebroso lugar, Madison estaba arruinada.
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Innocent Blood [The Flash] Barry Allen / Caitlin Snow
FanfictionLa pequeña metahumana vagaba por las calles de Central City cuando aquel velocista se cruzó en su camino, cuando aquel héroe trató de mostrarle algo diferente a lo que estaba acostumbrada. Para Flash y su equipo no estaba dentro de sus planes cruza...