Capítulo 79

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La espalda de Madison estaba recostada contra el pecho de Barry mientras Joe conducía por las calles de Central City para llegar a su casa. De copiloto estaba Henry. Al costado de la niña estaba Iris y Wally. Harry, Jesse y Cisco se habían ido junto con Caitlin, pues cada uno iría a su casa a refrescarse, ya que, por lo que había entendido Madison, tendrían una pequeña cena en la noche para celebrar.

La canción de fondo era lo único que se escuchaba mientras la niña encontraba relajante el movimiento del auto.

—Cariño, aún no duermas —murmuró el chico cuando la menor estaba cerrando los ojos —Ya estamos llegando.

La niña soltó un bufido.

—Pero tengo sueño —la verdad es que el día anterior no había dormido casi nada y hoy se había levantado muy temprano.

—Lo sé, pero no querrás quedarte dormida en jeans. —Barry tenía razón. La niña odiaba cuando aquello sucedía, era tan incómodo y siempre el botón del pantalón quedaba marcado en su sensible piel.

»Cuando lleguemos a casa, te cepillas los dientes, te colocas ropa más cómoda y tomas una siesta ¿te parece?

—Pero quería jugar con la consola de Wally —pronunció, cubriendo con una mano su boca para tapar su bostezo. Sí, tenía sueño, pero le apetecía más divertirse con el videojuego de carreas.

—No, estás cansada, Madi. Puedes jugar después —indicó Barry.

—Pero...

—No queremos una enojada ni berrinchuda niña en toda la reunión de la noche —medio bromeó el velocista.

Hey, no soy berrinchuda —refutó, indignada.

—Sí, claro —escuchó la voz irónica de Wally en un susurro.

—¿Dijiste algo? —Madison se enderezó e hizo el ademán de acercarse a Wally para tratar de golpearlo en la pierna, pero como Iris estaba en el medio se le dificultó llegar al pelinegro.

—Madi —Barry la sujetó de la cintura con algo más firmeza y la atrajo más para él.

Berrinchuda —el morocho moduló con los labios; a veces, le resultaba divertido molestarla.

—Ven aquí y díselo a mi puño —masculló la niña mostrándole su puño al ojinegro y trató de removerse del agarre de Barry, pero obviamente se le fue imposible.

Esta vez Wally rio.

Mads, tus manos son diminutas.

—Por eso dolerá más cuando te la estampe en tu ojo, idiot...

—Basta, niños —se escuchó la voz de Joe, observando todo desde el espejo retrovisor.

—Él empezó —la niña acusó y esta vez se cruzó de brazos, asesinando con la mirada al pelinegro. Bueno, la verdad, es que sí estaba un poco malhumorada. ¿Qué podía hacer? Era una niña con sueño.

—¿Qué? Yo no hice nada —fue la respuesta de Wally. Joe rodó los ojos.

—Wally, basta —le ordenó su padre. La niña le sacó la lengua y luego le mostró una sonrisita de victoria.

—A ver en dónde juegas tu videojuego de carreras —indicó Wally y a Madison se le borró la sonrisa. Eso había sido un golpe bajo, muy bajo.

—No te atreverías —reprochó indignada.

—¿Quieres apostar?

—¡Pero esa consola es de los dos!

—¿Así? No vi que la pagaras tú.

Innocent Blood [The Flash] Barry Allen / Caitlin SnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora