Madison caminaba de la mano junto a Barry y Caitlin mientras trataba de calmar sus alocados nervios.
El lugar a donde habían entrado era un ambiente amplio con unas cuantas bancas en la parte de atrás. Había dos mesas con cuatro sillas más adelante, donde supuso que se sentaría Moreau y su abogado, y en la otras, quizás, Madison y el abogado. Aunque no estaba segura si ella debía estar hasta allá adelante todo el juicio. Esperaba que no. Y, bueno, también estaba el estrado en donde estaría la jueza y ella cuando diera su declaración.
Madison se imaginó a muchas más personas, pero por suerte no había mucha gente. Sólo estaban los que habían ido con ella, unas cuatro o cinco personas vestidas formalmente que nunca había visto, y unos cuatro policías.
No había rastro de Moreau, todavía.
—Hola, mi nombre es Ester, soy su abogada. Gusto en conocerte —la voz de aquella mujer interrumpió su inspección del lugar.
La niña alzó su cabeza y pudo ver a una señora de no más de cuarenta años vestida con un pulcro traje de color gris, su cabello rubio recogido en una prolija cola alta y tenía una genuina sonrisa en el rostro. No era muy alta, pero su postura imponía autoridad y profesionalidad.
—Madison —susurró la niña estrechando la mano de la mujer para no ser descortés.
—Muy bien, Madison. Como ya le comenté a los demás, sólo tendrás que sentarte en el estrado cuando te llamen a dar tu declaración.
—¿Entonces, no debo estar ahí adelante, en esa mesa?
—Claro que no —otra mediana sonrisa se formó en su blanquecino rostro. Aquello sorprendentemente le dio tranquilidad y se sintió aliviada. Por alguna razón, la forma en cómo se expresaba la abogada le hacía sentir más segura en la situación.
—Oh, bien.
—Es más, si gustas puedes quedarte en una de las habitaciones y nosotros te llamamos cuando sea tu turno.
—No. Quiero estar aquí —respondió rápidamente, la decisión tiñó su tono voz.
—Perfecto. Entonces pueden tomar asiento en una de las bancas. El juicio comenzará en diez minutos. —anunció haciendo una pequeña mueca —Todo estará bien Madison —Ester se atrevió a decir, al ver a una mortificada niña.
Nuevamente las palabras de la amable mujer parecieron darle cierto alivio y valentía para seguir con todo aquello. Aunque solo fue un momento, porque los pensamientos negativos volvieron asomarse.
"Espero que tengas razón"
Madison, Caitlin, Cisco, Barry, Joe y Iris tomaron asiento en una las largas bancas de color marrón oscuro. La niña quedó en medio de Barry y Caitlin. Soltando un suspiro comenzó a mover sus piernas de adelante hacia atrás, tratando de calmar sus nervios.
El lugar se quedó en completo silencio cuando Moreau hizo acto de presencia, sus tacos resonando contra el pulcro piso.
Madison parpadeó un par de veces cuando observó la escena, comprobando que no era su imaginación jugando con ella. La mujer tenía un traje de vestir que consistía en una falda de tubo hasta sus rodillas de color gris con una blusa negra y saco del mismo color que la falda. Su cabello nuevamente recogido en un prolijo moño.
No parecía ser una persona que estaba presa por haber cometido varios delitos.
¿Por qué no estaba usando esos trajes anaranjados que Madison había visto en aquella película? ¿Por qué no estaba esposada? ¿Por qué nadie la había escoltado? ¿Acaso estaría teniendo un trato especial por ser...ella?
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Innocent Blood [The Flash] Barry Allen / Caitlin Snow
FanfictionLa pequeña metahumana vagaba por las calles de Central City cuando aquel velocista se cruzó en su camino, cuando aquel héroe trató de mostrarle algo diferente a lo que estaba acostumbrada. Para Flash y su equipo no estaba dentro de sus planes cruza...