Madison estaba en aquella mediana sala de espera, impaciente a que el turno de su caso llegara. Los habían citado unos quince minutos antes, así podían prepararse antes de entrar a la corte. La menor estaba sentada en el sillón de cuero, jugueteando con sus dedos.
La ansiedad estaba recorriendo su anatomía. Intentaba pensar que todo saldría bien, pero había una pequeña parte de su cerebro que no la dejaba.
Barry, Caitlin y Cisco, estaban conversando con Joe un poco más alejados de la menor. Madison sabía que intencionalmente se había alejado para que ella no escuchara la conversación en la que estaban envueltos. Le habían dicho que se sentara mientras ellos hablaban sobre "temas de adultos" Odiaba tanto esa frase, porque no le gustaba que la dejaran de lado y más con un tema tan importante que tenía que ver con su futuro.
—Hola Madison, mi nombre es Cecile —la voz de aquella desconocida persona cortó con el hilo de sus pensamientos. La niña estaba tan concentrada en lo que su mente le decía que ni si quiera se había dado cuenta que una mujer se había sentado a su lado y tenía la mano extendida en su dirección.
—Hola —Madison estrechó su mano sin que tuviera otra opción. No quería ser grosera con la que sería su abogada.
"Entonces, ella es la tan mencionada, Cecile"
Esta vez la examinó. Tenía la piel oscura, cabello negro que le llegaba hasta un poco más abajo de sus hombros. Sus ojos también negros y vestía con ropa formal, una blusa y un pantalón de vestir color azul marino. No era tan mayor, quizás unos años menor que Joe. Aunque lo que le sorprendió a la niña fue aquella genuina sonrisa en su rostro.
—Gusto en conocerte, linda. Joe me ha hablado de ti —su tono era alegre y carismático. Tenía un aura cargado de entusiasmo, algo extraño para Madison. Siempre veía a los adultos de esa edad malhumorados y frustrados.
—¿Así? —preguntó una curiosa niña. ¿Qué le había dicho Joe sobre ella? En primer lugar, ¿por qué Joe estaba hablando de ella cuando no se encontraba cerca?
—Sí. Pero son buenas cosas, así que tranquila —otra vez le mostró esa sonrisa que a Madison le hacía sentirse algo a gusto alrededor de la mujer.
—Oh —susurró la niña, verdaderamente sorprendida. —Tú... tú eres la abogada de mi caso ¿verdad? —Madison quiso corroborar.
—Sí, esa soy yo —respondió alegremente —Y no te preocupes por nada —afirmó —Puedo ver los miles pensamientos que están rondando por tu cabecita —acotó la mujer.
—¿Lees mentes? —preguntó frunciendo el ceño.
Una agradable risa se escuchó y Madison se dio cuenta que era Cecile la que había soltado esa risa.
—No, linda —aseguró —Sólo que tienes la misma expresión que hace mi hija cuando está pensando demasiado —explicó gentilmente.
—¿Tienes una hija? —cuestionó con curiosidad.
—Sí, está en la universidad —contó.
—Oh —murmuró sin saber qué comentar sobre eso —Es...Es sólo que no salió nada bien la visita de la Trabajadora Social —trató de justificar sus alocados pensamientos.
—Joe me comentó sobre lo que les dijo. Y esa señora ya no será un problema.
—¿Cómo lo sabes?
—Porque ya no trabajará más —afirmó —Investigando con Joe, descubrimos que tu caso no es el único donde esa señora expresa esas antiguas y descabelladas ideas. No puede haber gente trabajando con ese tiempo de pensamientos en ese campo.
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Innocent Blood [The Flash] Barry Allen / Caitlin Snow
FanfictionLa pequeña metahumana vagaba por las calles de Central City cuando aquel velocista se cruzó en su camino, cuando aquel héroe trató de mostrarle algo diferente a lo que estaba acostumbrada. Para Flash y su equipo no estaba dentro de sus planes cruza...