Innocent Blood [The Flash] Barry Allen / Caitlin Snow

Capítulo 37

—Es una celebración en donde cortamos árboles y cantamos para festejar el nacimiento de un bebé de hace 2000 años, al que mataron los romanos, y por eso hacemos regalos.

—¿Esa es tu explicación de navidad? —Madison le cuestionó a la mayor, cuando escuchó a Caitlin, a Cisco y a Jay caminar hacia el lugar donde estaba ella, cerca de una de las computadoras de los Laboratorios.

La chica la observó unos segundos y se encogió de hombros.

—Sé qué es la Navidad —Jay indicó con una media sonrisa en el rostro, observando a una nerviosa Caitlin.

Esta vez Madison miró a Cisco haciendo una mueca extraña, pero el pelinegro solo se encogió de hombros.

—Iris, Joe y Barry nos han invitado a pasar Nochebuena con ellos y dijeron que podíamos invitar a quien quisiéramos —comentó Caitlin.

—¿Y tú a quién quieres invitar? —cuestionó Jay.

—A ti —la muchacha respondió efusivamente —Quiero invitarte a ti —Madison rodó los ojos, estaba claro que se gustaban entre ellos.

—Ay, por favor, no me digas que van a besarse —Madi le susurró a Cisco, haciendo una mueca de disgusto.

—Espero, porque no pienso seguir viéndolos mirarse de ese modo y que no hagan nada —fue su respuesta. —Esto es doloroso de ver ¿Han visto a Harry? —Cisco esta vez habló más alto y se levantó de la silla giratoria de donde se encontraba.

—Espérame —imploró la niña y caminó detrás del chico.

---------

—Estaré bien, Barry —fue la respuesta de Madison.

El velocista le había dicho que, junto con Iris, debían ir a buscar a Joe a la comisaría, ya que tendrían una conversación en su mediano laboratorio donde Barry realizaba todas sus investigaciones como científico forense -ese era su trabajo aparte de ser Flash- Se reunirían ahí para comentarle a su padre lo que habían estado hablando hace dos días atrás.

Madison no tenía la intención de escuchar la privada conversación de aquella vez, pero Iris y Barry empezaron a conversar sin susurros. Vamos, ella estaba solo en el segundo piso, no en el quinto, obviamente podía escuchar muy bien lo que decían.

Lo que pudo entender fue que, cuando apareció Francine, -la madre de Iris que Joe le había dicho que estaba muerta, pero en realidad no lo estaba- Iris averiguó que tenía un hermano, es decir que Joe tenía otro hijo que Francine nunca le había dicho que existía. Y, ahora que la madre estaba muy enferma Iris pensaba que Joe merecía saber la verdad.

—¿No quieres mejor que venga Caitlin, así no te quedas sola?

—De seguro está con Jay. Además, viví sola por unos meses, puedo cuidarme. Me quedaré viendo televisión en tu cuarto y listo, tampoco es que vayas a tardar mucho.

—De acuerdo, pero no dudes en llamarme si sucede algo —Barry le había dado su viejo celular para que lo usara como un medio de comunicación.

—Sí, sí. Ahora ve, que se hará tarde.

—Nos vemos en un rato. Cierra la puerta con seguro y no le abras a nadie —indicó,

—Sí, señor —Madison respondió con su característica ironía.

Barry entrecerró ligeramente los ojos y luego negó levemente con la cabeza. Dejó un casto beso en la frente de la niña y agarró su abrigo. En cuestión de segundos ya no tenía a Barry delante de ella.

Soltó un suspiro y el enorme árbol decorado que estaba en una esquina, llamó su atención. Tenía luces a su alrededor y unos regalos debajo de este. Los adornos colgaban y había una estrella dorada en la punta. Es más, toda la casa estaba decorada con luces y pequeños arbolitos sobre las mesas y los estantes.