Capítulo 68

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Madison sentía que algo andaba mal. Un mal presentimiento se había instalado en su sistema. La situación comenzaba a ser más estresante y, lo que le había pedido Barry que hiciera, lo era aún más.

—¿Por qué? —murmuró ella mientras fruncía el ceño.

El chico estaba de cuclillas frente a ella, observándola y viendo el temor en sus ojos verdes, pero no podía encontrar otra opción. Si algo le llegaba a suceder, si esta vez Zoom le hacía daño, no podría perdonárselo. Además, no podía asegurarse de que la niña no hiciera algo imprudente y Zoom perdiera la paciencia. No tenía sus poderes para protegerla de lo que sea que fuera a suceder.

—Porque Zoom está aquí.

—Pero la anterior vez no me hizo dañ...

—La anterior vez fue... fue pura suerte, Madison. Ahora es diferente.

—Me pides que me quede en ese pequeño y cerrado lugar —susurró la niña, observándolo con cierta desesperación.

—Y sé lo mucho que no te gusta, pero ese sitio es el único lugar seguro. Ese cuarto no lo conoce Zoom y está escondido. 

Madison sabía a qué sitio se refería. Había ido una vez ahí. Era pequeño, aunque no tanto como la celda o el cuarto de castigos del orfanato. Era un lugar secreto, escondido en el pasillo, la puerta estaba camuflada en la pared. Sólo se abría si conocías donde estaba localizada la entrada y si tus huellas dactilares estaban registradas. Había sido creado por Wells de su Tierra y, además, ahí se encontraba Gideon, una especie de holograma con inteligencia artificial.

»No estarás sola, cariño. Wally y Jesse estarán contigo todo el tiempo.

—Barry... —esta vez, la niña lo miró con ojos casi suplicantes. Le estaba pidiendo que se quedara en un espacio cerrado y pequeño. No sabía si podría hacerlo, no sabía cuánto tiempo lo soportaría —Quiero estar contigo —susurró.

—Lo sé, pequeña, pero es peligroso —el chico hizo una mueca —Escucha, Cisco configuró tu celular —el muchacho le mostró el aparato que tenía en la mano derecha. Ahora Madison sabía para qué le había pedido su teléfono hace un rato —Si presionas el botón de encendido tres veces seguidas, mandará una alerta a mi teléfono —el castaño señaló dicho botón.

La niña tomó el celular y lo examinó por un momento.

—¿Puedo probar?

—Está bien.

Madison apretó el botón como le había indicado Barry y la niña pudo escuchar el sonido y la vibración que comenzó a hacer el celular del castaño. La ojiverde se sintió ligeramente más segura con aquel nuevo sistema.

»Madi, sólo puedes usarlo si es demasiado urgente. Sólo si es una emergencia ¿de acuerdo?

—De acuerdo —susurró la menor, sabiendo que el chico prefería una respuesta en voz alta.

—Si sientes que, en verdad, ya no puedes estar más ahí adentro, utiliza el botón ¿Sí? 

Barry estaba seguro de que la niña sufría de leve claustrofobia por el modo en cómo reaccionaba a los espacios pequeños.  Gracias a la descripción y explicación de Caitlin de aquella vez, podía más o menos entender lo que la niña sentía, y no era una bonita experiencia.

—Pero dijiste emergencia.

—Y eso es una emergencia, Madi.

—Bien —murmuró.

Madison abrazó al castaño por los hombros y cerró un momento los ojos. Todo había sucedido increíblemente rápido: Luego de unos minutos de que Barry le había dicho que iría hablar con Wells, el muchacho volvió con expresión algo seria y preocupada. La niña sabía que algo no andaba bien. Y estaba en lo correcto, nada estaba bien, porque en cuestión de segundos le había dicho que tenía que estar en ese cuarto con Wally y Jesse, por su seguridad.

Innocent Blood [The Flash] Barry Allen / Caitlin SnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora