Capítulo 20

1.9K 137 22
                                    

Barry fue escoltado hacia otro cuarto no muy lejos de donde lo mantenían encerrado. Ni siquiera puso resistencia, sabía que podían lastimar a su pequeña compañera.

Entró inspeccionando el lugar, era una habitación más o menos amplia de color blanca y limpia. Se percató de que había una silla en el medio del lugar, era una de metal con reposabrazos; y había unas especies de cadenas para las muñecas y los tobillos.

Había una máquina algo mediana al lado de la silla de donde sobresalían cables y botones de diversos colores. También había estantes con recipientes de vidrios y plásticos que contenían líquidos de color verde, azul, rojo y negro. Además, había jeringas con agujas de distintos tamaños.

El muchacho se estremeció ligeramente.

—Me gusta que cooperes —habló Moreau con una sonrisa llena de satisfacción, como si tenerlo ahí le provocara... placer. Barry se sentó en la silla y sin nada delicadeza los dos chicos, que lo habían escoltado, ataron sus muñecas y tobillos.

—¿Qué me harás? —inquirió con firmeza.

—Un poco de todo. Primero extraeremos un poco de sangre y piel —sonrió con malicia aquella mujer.

Barry se mordió el labio inferior cuando el bisturí pasó por su antebrazo, llevándose un pedazo de piel. Aunque, luego de unos minutos, esta se regeneró. El experimento siguió por un buen rato, Moreau quería evaluar su capacidad regenerativa, así que le hizo todo tipo de cortes y heridas.

El muchacho forcejeó ligeramente cuando Moreau llevó una jeringa, con una aguja más o menos gruesa, hacia el cuello del chico; esta tenía un líquido verdoso en su interior. Pero, luego de que uno de los chicos lo sostuviera con brusquedad, la aguja ingresó.

El ojiverde sintió el líquido pasar por su torrente sanguíneo, recorriendo toda su anatomía. Y, luego de unos segundos, un terrible dolor le recorrió el cuerpo. Sentía que sus músculos iban a explotar, sentía como si cientos de cuchillas estuvieran incrustándose en su pálida piel.

El chico no pudo contenerse y soltó un quejido de dolor. Apretó tan fuerte sus puños que sus nudillos quedaron de un color blanco. Un sudor frío recorrió su frente. Nunca había experimentado aquel tipo de dolor.

Pero, pasando unos minutos, el dolor cesó.

Barry respiraba irregularmente.

—Allen, tu capacidad para curar es asombrosa. Aquel líquido debió dejarte adolorido por horas. Con las muestras que he sacado mejoraré mi replica y ganaré mucho dinero —espetó Moreau mientras sacaba otra muestra de sangre. —¿Qué sucedería si...? —no terminó la pregunta, pues rápidamente inyectó en el cuello del chico un líquido de color negro.

Barry no sabía que eran aquella sustancia, pero esta era mucho más dolorosa, era como si todo su cuerpo estuviese ardiendo en llamas, una y otra vez. El muchacho soltó un alarido sin poder evitarlo, removiéndose en su sitio. Sentía que sus vasos sanguíneos se rompían y regeneraban una y otra vez. Sabía que, si no tuviera su súper poder, hubiese muerto por múltiples hemorragias internas.

Se retorcía en la silla y mentalmente imploraba a que se detuviera, no se atrevía a decirlo en voz alta, ya que no quería ver el rostro de satisfacción de Moreau.

La tortura siguió un rato más y estaba seguro de que se había desmayado un par de veces.

—Bien, llévenlo a su celda. No queremos matarlo —ambos chicos asintieron —Nos vemos en unos días, Allen —le desataron las muñecas y los tobillos. Y, aunque su cuerpo ya había curado completamente, aún se sentía muy cansado y débil. Las extremidades le pesaban y se sentía algo mareado.

Innocent Blood [The Flash] Barry Allen / Caitlin SnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora