Madison soltó un suspiro mientras observaba la casa que tenía al frente.
"Aquí vamos"
Era el lugar donde vivía Barry y Joe. Por fuera era algo grande y acogedora. La fachada estaba pintada de un color verde agua con blanco, tenía un pórtico con, quizás, unos cuatro escalones. Observó la construcción unos largos segundos mientras Joe y Barry descargaban las pocas cosas de la niña que estaban en el auto.
Madison estaba ahí, sin moverse mientras su cabeza pensaba en un sinfín de cosas.
"Hayley, desearía que estuvieras aquí. Esto te hubiera gustado" pensó, observando a su alrededor.
La zona en donde estaban era bonita y lucía tranquila. Nunca hubiera creído que se encontraría en un sitio como ese. Ahora tendría que vivir ahí por no sabía cuánto tiempo.
Estaba nerviosa y ansiosa.
—Madi —escuchó a los lejos su nombre ser pronunciado, haciéndole perder el hilo de sus pensamientos.
—¿Hmm? —murmuró, observando al chico que estaba en la puerta.
—Vamos ¿o acaso te quedarás afuera? —habló en un tono divertido.
—¿Puedo hacerlo? —intervino con inocencia.
—Cariño, vamos, todo estará bien —el chico bajó los escalones y estiró su mano para que la niña la tomara. Madison meditó unos segundos, pero, al final, no opuso resistencia y tomó la mano de su acompañante, apretándola ligeramente.
Ambos entraron, Madison observando todo a su alrededor con curiosidad y algo de nerviosismo. El sitio era amplio y de color marrón. Con lo primero que se encontró fue la sala, era acogedora y tenía una chimenea, ella nunca había visto una de cerca.
Había adornos y fotos de la familia que habitaba ahí. Madison nunca se había tomado una foto, o no lo recordaba, y se preguntaba que se sentiría poder estar enmarcada en uno de esos cuadros que descansaban en las repisas y en las pequeñas mesas circulares. También había un sillón grande y un sofá donde habían puesto las dos cajas con las cosas de ella.
Más allá se encontraba el comedor, donde había una larga mesa de color marrón y sillas del mismo color, había dos lámparas en las esquinas y cuadros colgados en la pared; también había un mueble con cajones, donde había platos, vasos y cubiertos que parecía costar una fortuna. Además, estaba una puerta de madera que separaba el comedor de, lo que ella pensaba, la cocina.
—Subamos —Joe, habló. Madison seguía sosteniendo la mano de Barry, incluso cuando llegaron al segundo piso. Había un pasillo largo con varias puertas.
—Esta era la habitación de Iris, a veces se queda a dormir, aunque no muy seguido —comentó, señalando la primera puerta —Este es el baño. Este es el cuarto de Barry —señaló la tercera puerta. —Y este será la tuya —indicó.
—¿Y tú no tienes una? —cuestionó, observándolo.
—Mi habitación está abajo, es la más grande —respondió, dando aquel dato que ha Madison no le importaba en lo absoluto.
Joe abrió la puerta y dejó ver el dormitorio que, desde ahora en adelante, sería suyo, o hasta que alguien decidiera qué hacer con ella.
La niña observó unos segundos a Barry y este asintió con la cabeza, dándole la confianza para que entre. Madison soltó la mano de su acompañante y se adentró a la habitación.
El cuarto era amplio, incluso un poco más grande del que Caitlin le había dado. Había una cama de dos plazas en medio del espacio, un armario grande, un escritorio con una silla marrón y una mesa de noche con una lámpara. Era un cuarto simple de color beige, aunque había color marrón en algunos lugares.
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Innocent Blood [The Flash] Barry Allen / Caitlin Snow
FanfictionLa pequeña metahumana vagaba por las calles de Central City cuando aquel velocista se cruzó en su camino, cuando aquel héroe trató de mostrarle algo diferente a lo que estaba acostumbrada. Para Flash y su equipo no estaba dentro de sus planes cruza...